El fabricante japonés Honda comenzó hoy a destruir 1.055 vehículos que resultaron dañados durante las inundaciones en Tailandia, que causaron 740 muertos, cinco millones de personas damnificadas y miles de millones de dólares en pérdidas económicas.

Los vehículos inservibles se montaron en la planta que Honda tiene en el polígono industrial Rojana, en la provincia de Ayutthaya, a unos 150 kilómetros al norte de Bangkok, y que debido al agua tuvo que paralizar sus operaciones a principios del pasado octubre, según los medios tailandeses.

Esta fábrica tiene capacidad para ensamblar 240.000 vehículos al año de los modelos Accord, Brio, City, Civic y Jazz para el mercado tailandés y la exportación.

El vicepresidente ejecutivo de la empresa, Pitak Pruittisarikorn, reafirmó el compromiso de Honda con Tailandia y aseguró que no trasladarán la fábrica a otro país, según la edición digital del diario The Nation.

A principios de diciembre, el también fabricante japonés Sanyo Semiconductor anunció el cese de la producción en su planta en Rojana, que fue abierta en 1990 y daba empleo a unas 2.000 personas, por los graves daños causados por las inundaciones.

Las riadas inundaron más de 10.000 factorías en ocho provincias y afectaron a unos 660.000 trabajadores, según la Federación de Industrias Tailandesas.

El perjuicio solo a la pequeña y mediana empresa en estas provincias ronda los 800.000 millones de bat (25.819 millones de dólares o 19.435 millones de euros), de acuerdo con los datos de la citada fuente.

Las inundaciones de este año en Tailandia han sido consideradas por las autoridades las peores del último medio siglo.