Burger King y Repsol han alcanzado un acuerdo mediante el que la petrolera venderá productos de la cadena de comida rápida en sus estaciones de servicio, lo que supondrá la generación de 1.500 nuevos empleos en cinco años y una inversión de unos 50 millones de euros.

El director general de Burger King para la división del Mediterráneo, Juan Olave, explicó ayer que el objetivo de la alianza es que Burger King esté presente en 150 gasolineras en el plazo de cinco años, tras iniciar la experiencia con cinco restaurantes en Madrid.

La petrolera presidida por Antonio Brufau se convertirá en su mayor franquiciado en la Unión Europea y en España, una vez completado el plan de expansión recogido en el acuerdo. En concreto, Repsol asumirá la contratación de los nuevos empleados que genere el acuerdo, con una media de diez u once trabajadores por local, así como la inversión, al tiempo que se responsabilizará de las ubicaciones de los restaurantes.

"Este acuerdo es el más importante que Burger King ha firmado nunca desde que está en Europa, adonde llegó en 1975. Estamos tremendamente ilusionados por la unión de ambas marcas y lo que puede traer consigo en el medio y largo plazo", subrayó Olave.

Asimismo, el directivo de Burger King agregó que se trata de un paso más en el crecimiento de la cadena, que suma cerca de 500 restaurantes en España, ya que extiende su presencia a un canal de distribución "muy importante" como las áreas de servicio.

Fuentes de Repsol indicaron que el acuerdo "entra en la estrategia de diversificación de las estaciones de servicio para dar a los clientes un valor añadido".