El ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, ha asegurado hoy que Grecia está "a un sólo paso" de lograr un acuerdo con la banca sobre la condonación de al menos 100.000 millones de euros de su deuda.

Así lo ha dicho en un comunicado tras su encuentro en Atenas con la troika formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) y poco antes de iniciar a las negociaciones con el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que representa los intereses de los grandes bancos.

"Estos días estamos en una negociación muy difícil y delicada. Vamos a toda máquina en dos procesos muy diferentes, pero que dependen uno del otro. Estamos a un sólo paso de completar el proceso de la PSI (quita) y nos enfrentamos a una serie de asuntos difíciles para abrir el nuevo programa (de préstamos)", explicó.

Se refería así a la interconexión de los dos procesos, pues los prestamistas internacionales de Grecia -el FMI y la Unión Europea- quieren que el país mediterráneo reduzca su deuda mediante la quita antes de aprobar el nuevo préstamo de 130.000 millones de euros, necesarios para que Atenas no declare la suspensión de pagos.

"Todo esto tiene que ser concluido en los próximos días, porque el anuncio público de la PSI (las siglas por las que se conoce el plan de la quita) debe ser hecha antes del 15 de febrero", dijo Venizelos.

Según el portal Capital.gr, hoy tuvo lugar una "reunión técnica" entre representantes del IIF y de la UE, en la que se produjeron "progresos significativos".

Según este medio, las partes habrían acordado rebajar el interés de los títulos de deuda depreciados, que sustituirán a los actuales, hasta el 3,5 % o 3,6 %, por debajo del interés del 4,25 % pactado la pasada semana.

Con todo, el presidente del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), el alemán Josef Ackermann, advirtió hoy de que no ve apenas margen de negociación para la quita griega, más allá de la última oferta lanzada por los acreedores privados.

"El sector privado ya ha puesto sobre la mesa una oferta atractiva. Lo que estamos dispuestos a asumir implica una pérdida de casi el 70 %, lo que es ya demasiado", indicó Ackermann a la televisión alemana n-tv.

"Cada uno tiene que poner algo de su parte", añadió el presidente saliente del Deutsche Bank.

En este sentido, cada vez se incrementan más las voces que exigen que el BCE -el mayor tenedor de deuda griega- asuma también una parte en la quita, una opción que hoy se baraja en las negociaciones, según diversos medios griegos.