El Banco Santander obtuvo un beneficio neto de 5.351 millones de euros en 2011, un 35% menos que el año anterior debido a las fuertes dotaciones a provisiones y saneamientos realizados, que sumaron 3.183 millones.

Así lo explicó ayer en rueda de prensa el presidente de la entidad, Emilio Botín, que se mostró convencido de que 2012 será un año muy difícil y urgió al Gobierno a realizar una reforma laboral "profunda y de calado" para crear empleo y que empiece a fluir el crédito.

Para Botín, los políticos han tenido una parte importante de culpa en la crisis económica y financiera que padece España, que ha cumplido ya cuatro años, ya que "no han sabido manejar" la situación.

Sin embargo, el Santander, como primera entidad financiera española, "ha tenido muy poca culpa" en lo que ha pasado, puesto que siempre ha pagado sus impuestos y no ha recibido ayudas públicas, dijo Botín, quien quiso dejar claro que su entidad "lo ha hecho bien", aunque ha cometido errores como la cuantía prestada al sector inmobiliario.

Críticas a los políticos

En cuanto a la reestructuración del sistema financiero español, que tiene que estar lista en junio, Botín pidió que se acelere todo lo posible y que las cajas de ahorros que no sean viables desaparezcan, algo que, en su opinión, será "bueno para el país".

Emilio Botín admitió que están estudiando las cuentas de Unnim, como hicieron con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) en su día, pero negó que tengan previsto hacer adquisiciones relevantes, salvo una pequeña entidad en Polonia.

Sobre las medidas, admitió que pese a ser "imprescindibles" son "dolorosas en el corto plazo" para todo el mundo, incluso para el propio banco Santander, que antes obtenía en España en torno al 30% de su beneficio total y ahora no llega al 10%.

También destacó que lo que se ha conocido hasta ahora sobre las exigencias de provisiones adicionales "va en la buena dirección. Cada entidad deberá hacer sus propias provisiones limitando el uso de fondos públicos".