El Ministerio de Economía ha advertido hoy de que las nuevas integraciones en el sector financiero "tienen que ser viables" porque el mercado ya no permitirá a España que en la segunda ronda de fusiones haya procesos que no lo sean.

Según ha explicado hoy una fuente del departamento que dirige Luis de Guindos, los bancos de inversión y el mercado valoran más este nuevo proceso de concentración del sector financiero que el anterior.

Por eso en Economía creen que es "muy importante" lo que ocurra en los próximos cinco o seis meses en el sector y advierten de que el Gobierno tiene capacidad para analizar si las nuevas fusiones, para las que volverá a haber apoyo público, "tienen sentido".

Por eso, aunque la ley permita que se dé excepcionalmente por buena una fusión en la que una entidad no aumenta su tamaño un 20 %, sino al menos un 10 %, fuentes de Economía insisten en que la clave será la viabilidad.

Además, a preguntas de los periodistas sobre si esta cláusula se diseñó para permitir que si se hace con Unnim, Bankia opte a una prórroga hasta 2013 para acometer el saneamiento de su balance, las fuentes del Ministerio incidieron en que "no se trata de un traje a medida".

La idea, explicaron, es que si una entidad entra en un proceso de fusión "viable" y requiere un préstamo, podrá recibir un máximo de fondos públicos equivalentes al 2 % de sus activos de riesgo.

Este dinero lo recibirá a cambio de bonos convertibles contingentes -los denominados "cocos"-, por los que pagará al Estado un interés anual próximo al 8 % y deberá asumir el compromiso de convertirlos en acciones en un máximo de siete años bajo determinados supuestos.

Además, la entidad que reciba este nuevo apoyo público será supervisada cada tres meses para comprobar si cumple su objetivo de aumentar el crédito a familias y pymes, lleva una política racional de remuneración a sus directivos o reduce su exposición inmobiliaria.

En el caso de las entidades que Economía o el Banco de España consideren que no tienen futuro o pretenden seguir adelante con un plan de fusión que no resulte oportuno, la solución sería una inyección de capital y posteriormente la venta de esa participación al mejor postor.

En este supuesto, Economía confía en que tampoco se incurra en déficit público porque al igual que con la compra de "cocos", la venta futura de la participación del Estado en la entidad se haría por encima del precio de compra y si existiera un esquema de protección de activos, correría a cargo del fondo de garantía de depósitos.

Sea como sea, cualquiera de estas operaciones financieras elevará la deuda pública, por lo que el real decreto de saneamiento del sector financiero, diseñado por el Ministerio de Economía, recoge que las operaciones tendrán que contar con el visto bueno del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Por último, otra de las novedades de la reforma para sanear el sector financiero español y que exigirá dotaciones adicionales por importe próximo a 50.000 millones consiste en que se podrá solicitar al Banco de España un aplazamiento durante un año del pago del cupón de sus participaciones preferentes.