La industria acuícola canaria se ha lanzado a producir especies de peces que hasta ahora no se cultivaban, y también moluscos, ya que su objetivo es "copar el mercado" que deja la pesca ante el agotamiento de los caladeros del mundo.

Así lo ha explicado hoy el vicerrector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Fernando Real, antes de la inauguración del segundo encuentro anual del proyecto "Aquaexcel", en el que intervienen 17 instituciones europeas y que impulsa, con un presupuesto de 9,2 millones de euros que financia el VII Programa Marco de la UE, una red trasnacional de coordinación y promoción de sus grandes infraestructuras acuícolas.

Real ha considerado que el agotamiento de los caladeros supone para la acuicultura "un nicho de oportunidad" para potenciar la introducción en el mercado de especies de peces que hasta hace poco tiempo no se cultivaban, como son el lenguado, el bocinegro, la corvina, los túnidos, los medregales o los jureles, pero también moluscos como las haliotis, una especie que se ha promocionado en Canarias como propia.

El vicerrector ha destacado que se trata de introducir esta especie de molusco en el ámbito de la producción acuícola "para que sea fácil de conservar y que esté disponible para los consumidores".

Por su parte, el organizador del encuentro y director de Política de Investigación e Innovación de la ULPGC, Juan Manuel Afonso, ha detallado que la institución académica canaria, dada su especialización en investigación marina, lidera dos grupos de trabajo de este proyecto europeo, que se inició en marzo de 2011 y culminará en marzo de 2015.

Uno de esos grupos trabaja, según ha explicado Real, en la elaboración de una guía sanitaria de buenas prácticas de aplicación en el intercambio de peces o gametos entre las infraestructuras que participan en el proyecto.

Con esta guía, se trata de estandarizar las condiciones ideales y las recomendaciones a tener en cuenta a la hora de impulsar cualquier tipo de intercambio en cualquier país de Europa o con países terceros, para que la seguridad en la salud de estos animales y la prevención y control de enfermedades "esté perfectamente asegurada", ha destacado.

Entre los experimentos del proyecto "Aquaexcel" que están en proceso, Juan Manuel Afonso ha aludido a un trabajo que persigue hacer modelos matemáticos que permitan aplicar a escala industrial las experiencias que se hacen a escala experimental en materia de producción de peces como la lubina.

Otros experimentos tratan de "poner a punto" sistemas físicos de marcaje para el reconocimiento individual de los animales, de forma similar a lo que se hace con los crotales en el caso del ganado vacuno.

Para ello, se propone utilizar "chip internos", lo que se están probando ya con lubinas y doradas, para ver "hasta qué talla se pueden marcar los peces".