Banca Cívica todavía no tiene una decisión tomada sobre cómo llevará a cabo el ajuste de su plantilla ni a cuantos trabajadores podría afectar, una resolución que espera alcanzar "con el máximo consenso" entre la entidad y los sindicatos.

Así lo han confirmado fuentes de la entidad, después de que representantes de UGT denunciaran hoy en Valladolid que Banca Cívica, formada por Cajasol, Caja Navarra, CajaCanarias y Caja Burgos, pretende prescindir de 1.400 trabajadores y cerrar 156 oficinas en los tres próximos años.

Juan Antonio Gutiérrez Zorrilla, miembro de la ejecutiva estatal de UGT en la entidad, ha dicho que en los próximos días habrá "concentraciones" sindicales para protestar por los planes del banco.

En este sentido, ha explicado que en una reunión de la Mesa negociadora que se celebró ayer en Madrid para estudiar la reestructuración de la entidad, representantes del banco "sorprendentemente y sin negociar" presentaron un plan de ajuste que prevé el despido de 1.400 trabajadores.

Fuentes de la entidad han reconocido que Banca Cívica ha presentado ante los sindicatos una propuesta de ajuste que se basa en un "escenario realista" y que tiene como fin, alcanzar el objetivo de eficiencia del 50 % en 2013.

No obstante han insistido en que la entidad todavía "no tiene una decisión tomada" y esperan alcanzar un acuerdo "de máximo consenso" con los sindicatos dentro de la Mesa negociadora.

En este sentido, han destacado que las negociaciones no se han dado por concluidas.

Tras la denuncia de UGT, el consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Manuel Recio, ha asegurado que el Gobierno andaluz tratará de "mediar" entre la dirección y los trabajadores de la entidad para llegar a la "mejor solución posible".

Por su parte, los sindicatos de Caja Navarra -integrada en Banca Cívica- han rechazado la posibilidad de aceptar los despidos planteados por la entidad, a la que han pedido que abra una negociación con los representantes de los trabajadores.