CCOO y UGT advirtieron ayer a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, de que algunos puntos de la reforma laboral podrían ser inconstitucionales. Lo rechazó la ministra, quien insistió en que los cambios introducidos son para lograr empleo estable, especialmente para los jóvenes.

Báñez convocó conjuntamente a los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, y a los presidentes de las patronales CEOE, Juan Rosell, y Cepyme, Jesús Terciado. Tras la reunión de casi una hora y media comparecieron en rueda de prensa por separado los representantes sindicales y la ministra, mientras que la patronal no hizo declaraciones.

Toxo y Méndez explicaron que transmitieron a la ministra que algunos puntos de la reforma podrían ser contrarios a la ley, por lo que sus servicios jurídicos estudian la posibilidad de denunciarlos en el Tribunal Constitucional.

Dudan de que la comisión nacional consultiva de convenios colectivos pueda emitir un laudo obligatorio cuando en ella también está representada la Administración.

También estudian recurrir que los empresarios con menos de 50 trabajadores puedan aplicar el nuevo contrato fijo aprobado, que establece un período de prueba de un año (frente a los seis meses que había antes) en el que se puede despedir sin indemnización.

Para Báñez, no hay ninguna inconstitucionalidad sobre el laudo porque las reglas son claras, dan seguridad jurídica y, sobre todo, es una solución respetuosa con los acuerdos de los agentes sociales.

Asimismo, reiteró que la reforma es completa, equilibrada y no va contra nadie.

Los sindicatos también pidieron que, en el trámite parlamentario de la norma, se reponga que el trabajador despedido pueda optar por la improcedencia o la readmisión. Báñez dijo que lo estudiará porque ahora es el momento de enriquecer la reforma y llegar a acuerdos.

Las explicaciones de la ministra no convencieron a Méndez y Toxo, que precisaron que las movilizaciones, que se iniciarán el 19 de febrero con manifestaciones en toda España, se mantienen.

CCOO y UGT de Madrid anunciaron que finalmente habrá una huelga general, de la que Méndez y Toxo no quieren hablar todavía.