Los espacios aéreos que gestionan los controles de Tenerife Sur y Madrid están entre los 20 que mayores demoras han generado en Europa el pasado mes de enero, con una media diaria de 376 y 285 minutos, respectivamente, según los datos de Eurocontrol (Agencia para el Control de la Seguridad Aérea).

Según el primer informe del año 2012 de la Agencia, la mayor parte de los retrasos generados en los espacios aéreos Madrid y Tenerife se originaron por problemas en la capacidad ATC (de control del tráfico aéreo) y de personal de control.

La capacidad ATC se define como la cantidad de aeronaves que puede manejar un controlador de manera simultánea sin afectar a la seguridad y la determina la autoridad aeronáutica correspondiente tras realizar los oportunos estudios técnicos, según han explicado fuentes del control aéreo.

Sin embargo, Eurocontrol destaca que en los espacios aéreos de Madrid y Tenerife se han registrado mejoras sobre las cifras de enero de 2011, cuando el centro de control de Torrejón se situó en el primer puesto de la lista, con 2.136 minutos de demora media diarios, y el del espacio aéreo de Canarias en el séptimo, con 453 minutos.

En enero de 2012, Tenerife Sur ha ocupado el décimo segundo puesto en demoras y Madrid el décimo sexto.

El centro aéreo más congestionado del primer mes del año ha sido el de Estambul, con 2.113 minutos diarios de retrasos, por problemas meteorológicos, lo mismo que ha sucedido con el de Amsterdam, que ocupó el segundo lugar, con 1.740 minutos de retrasos.

En términos globales, Eurocontrol destaca que el pasado mes de enero el tráfico aéreo europeo descendió en un 2,6 % respecto al primer mes de 2011 y el retraso medio decreció de 1,2 minutos de demora media en enero de 2011 a los 0,7 minutos de 2012.

En enero de 2011 la Agencia Europea gestionó 23.297 vuelos, mientras que la cifra se redujo a 22.695 en enero de 2012.

Eurocontrol está formada por 39 países, entre los que figuran Austria, Bélgica, España, Francia, Grecia, Hungría o el Reino Unido, entre otros, y tiene como objetivo desarrollar un sistema "paneuropeo" de tráfico aéreo, que mantenga los costes sin reducir la seguridad y respetando el medio ambiente.