La Comisión Europea (CE) hará mañana hincapié en la necesidad de elevar la edad real de jubilación en los miembros de la UE, dentro de un conjunto de recomendaciones destinadas a garantizar la sostenibilidad de los sistemas de pensiones, que incluirá propuestas concretas para cada país.

El Ejecutivo comunitario presentará mañana un "libro blanco" sobre pensiones destinado a hacer frente al desafíos que supone el envejecimiento de la población en el actual contexto económico, marcado por los altos niveles de desempleo y los ajustes presupuestarios.

Aunque la mayoría de los países comunitarios ha llevado a cabo importantes reformas durante los últimos años, Bruselas pedirá medidas adicionales destinadas sobre todo a adaptar la edad real de jubilación al aumento de la esperanza de vida, según dijeron fuentes comunitarias.

En este sentido, la Comisión considera que además de prolongar la edad legal de jubilación, los países deben actuar para incrementar la participación laboral de las personas de mayor edad, con medidas como la restricción de las condiciones para la jubilación anticipada o el fomento de la formación continua.

El texto también apostará por los sistemas privados de pensiones como complemento a los esquemas públicos, defenderá que las pensiones garanticen unos niveles adecuados de ingresos y destacará la necesidad de mejorar la "portabilidad" de las pensiones para los trabajadores que cotizaron en varios países comunitarios.

El documento incluirá un conjunto de medidas generales y otras específicas para cada país de la UE, aunque siempre con carácter orientativo, ya que los sistemas de pensiones son competencia de los Estados miembros.

Para España se prevén pocas recomendaciones concretas, dado que la CE alabó la profunda reforma del sistema de pensiones llevada a cabo el año pasado, en línea con las directrices marcadas desde Bruselas.

El pasado mes de marzo, el comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, Laszlo Andor, afirmó que la reforma aprobada por el anterior Gobierno era "ambiciosa" y llegaba "justo en el momento adecuado".

En particular, Andor valoró que se tuvieran en cuenta la esperanza de vida y la participación en el mercado laboral de este país a la hora de elevar la edad legal de jubilación hasta los 67 años.

El envejecimiento de la población de la UE se refleja en cifras como el número de personas mayores de 60 años, que aumenta en dos millones de personas cada año, el doble del ritmo de crecimiento registrado entre 1990 y 2000.

Mientras, se prevé que el grupo de población en edad de trabajar (20-59) mantenga un descenso sostenido durante los próximos años, según datos de la Comisión.

La Confederación de Sindicatos Europeos (CES) avanzó hoy su rechazo, al afirmar que el "libro blanco" que la CE presentará mañana "no resolverá las necesidades actuales y futuras de los pensionistas".

En un comunicado, los sindicatos criticaron "el incremento en la edad de jubilación" defendido por Bruselas, ya que esta medida "no tiene en cuenta la dureza de ciertas ocupaciones ni que muchos de los trabajadores de mayor edad nunca alcanzan la edad legal de jubilación".

La CES también rechazó el respaldo al desarrollo de los sistemas privados de pensiones, "que ignora las consecuencias de la crisis" sobre dichos fondos, así como el hecho de que "los trabajadores no pueden permitirse esos productos financieros".