Los países de la zona euro están estudiando posponer la entrega de la ayuda internacional a Grecia de 130.000 millones de euros hasta después de las elecciones anticipadas de abril, indicaron hoy fuentes diplomáticas.

"Sí, se está discutiendo, aunque no es una propuesta formal", señalaron las fuentes, que aseguraron que los países que defienden esta idea son los que gozan de la máxima calificación crediticia triple A y los más inflexibles con el rescate griego, entre otras cosas porque necesitan la autorización de sus respectivos parlamentos, es decir Alemania, Holanda y Finlandia.

Los ministros de Finanzas de la zona euro mantienen una conferencia telefónica para analizar la situación de Grecia, previa al Eurogrupo del próximo lunes en el que podría darse luz verde al plan de rescate, si Atenas cumple con las exigencias de Bruselas.

Las discusiones sobre un posible retraso de parte o incluso de todo el rescate a Grecia comenzaron en el grupo de trabajo del Eurogrupo de ayer, al extenderse la idea de que "resulta difícil creer las promesas de alguien que quizá no esté en el poder tras las elecciones", por los tres partidos que forman la coalición gubernamental que lidera Lukás Papadimos, dijeron las fuentes.

Un retraso del paquete permitiría "ganar tiempo", precisaron las fuentes, y los ministros volverán a tratar esta posibilidad el lunes en la reunión ordinaria del Eurogrupo.

Las citadas fuentes reconocen que la fórmula -separar el canje de bonos entre el Gobierno de Atenas y el sector privado de la inyección de ayuda internacional- añadiría incertidumbre a la situación griega, aunque "en el fondo ya la hay a la vista de las elecciones de abril", indicaron.

El tiempo apremia, no obstante, dado que Atenas tiene que hacer frente al vencimiento de 14.500 millones de euros en bonos el próximo 20 de marzo.

Los Estados miembros parecen estar de acuerdo en que, antes de aplicar el canje de bonos que conlleva la condonación del 50 % de la deuda, debe contarse con las demás piezas del rescate, como un recorte adicional de 325 millones de euros y el análisis sobre la sostenibilidad del débito, así como el grado de la participación de la banca en el rescate y que de momento siguen sin estar listas.

Fuentes diplomáticas holandesas negaron que esta sea la posición oficial de su país, aunque reconocieron que desconocían si las negociaciones han avanzado en esta dirección en las últimas horas.

Por su parte, fuentes germanas han insistido en que la posición de Berlín es la que reiteró hoy el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, cuando negó rotundamente los rumores que apuntaban a que el Ejecutivo empieza a considerar la quiebra de Grecia como algo "inevitable y aceptable".

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha mostrado en declaraciones a emisoras de radio su impaciencia con los conservadores griegos de Nueva Democracia (ND).

El líder de ND, Antonis Samarás, se comprometió hoy por escrito a llevar a cabo las reformas exigidas por la "troika" (Banco Central Europeo, Unión Europea y Fondo Monetario Internacional), incluso si ganara las elecciones de abril, aunque incluyó algunas condiciones y la posibilidad de renegociar y modificar el programa de ajustes y reformas.