Los representantes de las principales asociaciones agrícolas y las administraciones públicas del Archipiélago coincidieron ayer en expresar su frontal rechazo a la ratificación del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Marruecos para la liberalización del comercio de productos agrícolas procedentes del país norteafricano.

En concreto, el pleno de la Eurocámara dio luz verde al convenio por una mayoría de 369 votos a favor, 225 en contra y 31 abstenciones. Sin embargo, rechazó una enmienda promovida por la socialista española Josefa Andrés que reclamaba compensaciones para los agricultores europeos.

Todos los eurodiputados españoles votaron en contra del pacto, aunque por distintos motivos. Así, el PP y el PSOE anunciaron su rechazo porque consideran que perjudica los intereses de los agricultores españoles, mientras que los eurodiputados Willy Meyer (IU), Raül Romeva (ICV), Francisco Sosa Wagner (UPyD) y la gallega del BNG, Ana Miranda, reclamaron que el convenio dejara fuera los recursos del Sáhara occidental y fuera más exigente con Rabat en cuestiones medioambientales y derechos laborales.

El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno canario, Juan Ramón Hernández, calificó de "inaudita" la aprobación del acuerdo y apuntó que no entiende "cómo se puede mantener la competitividad de las producciones canarias frente a las que tienen controles fitosanitarios distintos", y subrayó que "da la sensación de que el acuerdo se ha adoptado contra Canarias".

Mientras, el portavoz de Agricultura del Grupo Parlamentario Socialista, Manuel Marcos Pérez, consideró el acuerdo lesivo para los productores canarios, principalmente para el tomate.

Entre tanto, el ministro de Agriculura, Miguel Arias Cañete, anunció en el Congreso que planteará, en el marco de la reforma de la Política Agraria Común, una "profunda modificación" de los mecanismos de precios de entrada para evitar la "competencia desleal" de países que exportan a la UE sin respetar los contingentes pactados y "hundiendo" los precios de las producciones españolas.

La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga) tachó la noticia de "auténtico batacazo para el sector tomatero de las Islas, que lo coloca en una situación de total indefensión y vulnerabilidad". Mientras, la patronales isleñas del tomate Aceto y Fedex aseguraron a EL DÍA que esta situación agravará la crisis del sector y provocará una pérdida de empleos. En este contexto, los productores a escala estatal cifraron en 450.000 los puestos de trabajo amenazados y anunciaron que recurrirán ante el Tribunal de Justicia de la UE, por las consecuencias que tendrá su aplicación.

Satisfacción en Bruselas y Rabat

El comisario de Ampliación y Política de Vecindad Europea, Stefan Füle, saludó ayer el respaldo del Parlamento Europeo al nuevo acuerdo agrícola y defendió que "tendrá un fuerte impacto positivo" para los ciudadanos de ambas partes, al tiempo que reafirma, a su juicio, "la credibilidad de los europeos que han apostado por profundizar sus relaciones con los vecinos del sur del Mediterráneo". En esta línea, Füle sentenció que "es particularmente importante en el contexto de los cambios en nuestro vecindario meridional, dado que impulsará más comercio y creará oportunidades de empleo". Según el comisario, el texto envía "un mensaje claro a Marruecos y otros vecinos sobre nuestra determinación de avanzar en la relación de un modo práctico que tendrá un gran impacto positivo en los ciudadanos". El ministro de Agricultura marroquí, Aziz Ajanuch, se mostró satisfecho por el respaldo de la Eurocámara y consideró que "es un acuerdo equilibrado y representa una apertura para la agricultura de Marruecos y de España". Gracias a él, señaló que las históricas relaciones que mantiene Rabat con Bruselas experimentarán "una dinámica nueva y positiva". Por último, puntualizó: "Comprendemos que hay lobbies que no están contentos, pero no hay razón para inquietarse por unas toneladas de tomates y de verduras sobre las que hay una agenda y unas cuotas".