Una investigación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) concluye que los precios de las estaciones de servicio en Canarias se comportan de forma más cercana al monopolio que a la competencia perfecta.

Los precios en las gasolineras de las islas son muy rígidos y presentan poca variabilidad en comparación con aquellos mercados donde existe más competencia minorista, de acuerdo al estudio "¿Esconde la rigidez de precios la colusión?" que el investigador del departamento de Análisis Económico Aplicado de la ULPGC Juan Luis Jiménez ha publicado en la revista "Review of Industrial Organization".

En Canarias hay dos mercados en situación de monopolio, La Gomera y El Hierro, donde únicamente opera DISA, y si se compara esta situación con la de otras islas, se obtiene como resultado que las estaciones de servicio "se comportan de más cercana a la colusión perfecta que a la competencia perfecta", ha indicado Jiménez.

El análisis efectuado utiliza la econometría y un "filtro de varianza", y su resultado más llamativo es que los precios son más bajos y más flexibles -varían más y mejor- cuando en las islas existe una estación de servicio perteneciente al operador PCAN cerca, mientras que en la península son los establecimientos situados en los hipermercados los que facilitan la competencia.

"El único que crea competencia en Canarias es PCAN", pues los otros operadores tienen los precios relativamente similares y muy cercanos a los que el modelo predice que se da en una situación de monopolio, habitualmente con los precios más altos, de acuerdo al estudio.

En el análisis se tienen en cuenta factores como la isla, la situación de la estación de servicio, el número de competidores cercanos, si son de la misma compañía o no, la renta y el parque de vehículos, por ejemplo, además del precio del crudo.

Aunque podría argumentarse que hay estaciones de servicio que están situadas muy alejadas del resto y tienen precios más altos, o que tienen más demanda, esos factores están incluidos en el análisis.

"Si hay una PCAN cerca, los precios son más bajos que si esa marca no está presente", asegura Jiménez, quien considera que esta situación está relacionada con que la mayoría de las estaciones de servicio está abanderada por una marca que indica por dónde deben ir los precios, o es el propia marca la propietaria de la estación de servicio.

A juicio del investigador de la ULPGC, los organismos de defensa de la competencia podrían utilizar el "filtro de varianza" para determinar si en una situación se produce o no una situación de monopolio en el mercado.

Jiménez recuerda que los precios son libres, siempre que no se pacten, pero cuando se produce una fusión de marcas, la administración puede intervenir de manera clara y facilitar la competencia.

"Cuando el mercado decide cambiar la estructura es cuando la administración puede actuar, aunque también puede facilitar la instalación de operadores independientes, como las estaciones de PCAN en Canarias o las situadas en hipermercados en la península", concluye este investigador.