La inflación en Estados Unidos se aceleró en enero pasado, cuando la tasa anualizada de aumento de precios para los consumidores fue del 0,2%, pero es aún lo suficientemente moderada como para permitir el estímulo monetario de la Reserva Federal.

El Departamento de Trabajo informó hoy de que el índice de precios de consumo (IPC), que en diciembre se había mantenido sin cambios, subió en enero empujado por los primeros incrementos en los precios de la gasolina desde septiembre.

Si se excluyen los precios de alimentos y energía, la inflación subyacente el mes pasado fue del 0,2%.

El jueves, el Gobierno informó que el índice de precios de productor (IPP) había aumentado en enero a una tasa anualizada del 0,1%, con una inflación subyacente del 0,4%, la mayor desde julio de 2011.

En los doce meses hasta enero, el IPC ha subido un 2,9%, el menor aumento interanual desde marzo de 2011, y el IPP ha subido un 4,1%, el incremento en doce meses desde enero de 2011.

Los datos ponen de relieve que a pesar de las cuantiosas inyecciones de dinero hechas por la Reserva Federal desde 2008 para sustentar primero una economía en recesión y para estimularla desde su reactivación, la inflación es aún moderada para los consumidores estadounidenses.

Los productores encaran un aumento más acelerado de los precios pero la cautela de los consumidores y el alto índice de desempleo (8,3% en diciembre) impiden aún que los fabricantes y mayoristas pasen esos costos a la clientela.

La Reserva Federal ha prometido que mantendrá hasta fin de 2014 la tasa de referencia en niveles históricamente bajos para estimular el consumo y la inversión.

Una vez concluida la temporada de ventas en torno a las fiestas tradicionales, y cuando seguían sin empleo unos 12,8 millones de personas, durante enero las cadenas de tiendas minoristas ofrecieron grandes descuentos, lo cual demuestra el escaso margen que tienen los mayoristas para transferir costos a sus compradores.

La semana pasada durante su comparecencia ante el Congreso, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que el banco central espera que la inflación seguirá siendo moderada "debido a las expectativas bien ancladas de baja inflación a largo plazo y de estabilidad en los precios de las materias primas".

Para fortalecer esas expectativas de baja inflación a largo plazo la Reserva Federal ha seguido adelante con su programa de canje de unos 400.000 millones de dólares en bonos del Tesoro de corto plazo por otros de vencimiento más postergado.

En todo 2011, las compras de los hogares subieron un 2,2% después de un aumento del 2% en el año anterior, lo cual arrojó el desempeño más débil del gasto de los consumidores en un período de dos años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Hay indicios más prometedores sobre el comportamiento económico: aunque la tasa de desempleo ha estado por encima del 8% desde febrero de 2009 -el período más prolongado a esa cota desde 1948- el nivel de desempleo ha empezado a disminuir y en enero quedó en su nivel más bajo en tres años.

Si bien ha empezado a mejorar el panorama del mercado laboral, las remuneraciones por hora ajustadas por inflación, se mantuvieron sin cambios en enero pasado y han bajado un 1% en los doce meses desde entonces.