El exministro de Defensa conservador Liam Fox se unió hoy a la patronal británica para pedir al Gobierno que rebaje los impuestos a las empresas en el próximo presupuesto, que se presenta el 21 de marzo.

En un artículo publicado hoy en "Financial Times", Fox, que dimitió de su cargo el pasado octubre tras conocerse que llevaba como asesor a un amigo personal en viajes oficiales, asegura que esa rebaja es necesaria para estimular la contratación y fomentar el crecimiento económico.

Además de esa ventaja fiscal, el exministro, del ala más a la derecha del Partido Conservador, pide que se modifique la legislación para flexibilizar el mercado laboral y recortar los derechos adquiridos de los trabajadores, ya que actualmente "es demasiado difícil contratar y despedir a gente".

En el mismo periódico, la Confederación de la Industria Británica (CBI, en inglés) pide al ministro de Economía, George Osborne, que aplique una reducción de impuestos a las empresas por valor de 540 millones de libras (642 millones de euros).

El director general de esa patronal, John Cridland, argumenta que esa "modesta" rebaja es viable sin perjudicar el plan de recortes que lleva a cabo el Gobierno de coalición encabezado por David Cameron con el objetivo de reducir el déficit estatal.

La CBI quiere ventajas fiscales para empresas que inviertan en infraestructuras como estaciones nucleares, aeropuertos o plantas de tratamiento de residuos y, en general, una política orientada "a la inversión y el crecimiento", según se precisa en el periódico.

Osborne presentará su propuesta de presupuesto el 21 de marzo, cuando se espera que detalle la próxima fase del plan económico del Gobierno, que hasta ahora se ha centrado en los recortes presupuestarios.