Los desempleados que ya no tienen protección pública se disparan. Canarias suma ya 90.302, cifra récord que llega tras un incesante incremento de este indicador, que revela las dificultades que hay para volver al mercado laboral. En el último año han aumentado en 26.493, un 41,5%, de acuerdo con los datos del Ministerio de Empleo.

Ese repunte supera ampliamente el promedio nacional, que queda en el 9% en la comparativa entre el pasado enero y el mismo mes de 2011. En el conjunto del país, quienes están en paro y ya no cobran prestación rebasan los 1,2 millones. De este cómputo están excluidos los parados que no acreditan en el antiguo Inem una ocupación anterior, según la regla mediante la que el Ministerio calcula la tasa de cobertura por desempleo.

Ese índice está ahora en las Islas en el 65,3%, su nivel más bajo desde que empezó la crisis. Es decir, casi cuatro de cada diez desocupados no ingresan ninguna prestación pública. Hace un año la tasa alcanzaba el 73,5% y en 2010 pasaba del 80%. A nivel estatal se sitúa hoy en el 71,5%.

Quienes sí la perciben son 169.954 canarios, 7.119 menos que hace un año -cuando hay 15.672 parados más-. Este descenso se ha visto amortiguado por el alza de las rentas activas de inserción, que se dirigen a los parados que más dificultades de reinserción laboral presentan -mayores de 45 años, discapacitados o víctimas de violencia de género-. Ahora las cobran 21.134 en Canarias.

Por contra, han bajado un 5% los beneficiarios de la prestación contributiva, que se cobra tras haber cotizado lo suficiente, y un 9,2% los que ingresan el subsidio, que cubre a quienes no llegan al periodo que da acceso a la paga anterior o a quienes la han agotado.

Aún así, hay más perceptores del subsidio por desempleo, 82.176, que de la paga contributiva (66.644). En el conjunto de España ocurre lo contrario: hay 1,2 millones de beneficiarios del primero y 1,4 millones de la segunda.

Ello evidencia lo difícil que tienen muchos parados regresar al mercado de trabajo en Canarias: cuanto más tiempo pasan sin colocación, más posibilidades de agotar la prestación contributiva y luego el subsidio y, en último término, quedarse sin cobertura.

En este contexto de bajada del número de parados con protección pública, el gasto de las mismas ha disminuido un 3,6% en el Archipiélago, hasta los 127,7 millones de euros mensuales, tomando como referencia enero. De media, cada desempleado isleño cobra una paga contributiva media de 791 euros al mes, la segunda más baja del país, tras la de Extremadura, en consonancia con el nivel de los salarios en estas autonomías.

La patronal pide control

Con la vista puesta en este gasto, el Gobierno garantizó la semana pasada que no tocará las prestaciones por desempleo para ajustar el déficit público.

Sí desean que haya más vigilancia sobre las prestaciones los empresarios, que consideran que el hecho de ingresar una paga pública puede desincentivar la búsqueda de empleo. "La curva de esta y del acceso al empleo crece exponencialmente en la parte final de la prestación", se ha advertido desde la patronal CEOE.

En este sentido, el Gobierno ha planteado a las comunidades autónomas la posibilidad de poner en marcha convenios para que los parados que no estén siguiendo cursos de formación puedan realizar trabajos sociales. Y ha rechazado que, como han advertido los sindicatos, ello vaya a suponer que se sustituyan trabajadores sociales por desempleados.

La Comisión Europea ha señalado al respecto que esa opción ya existe desde hace años en otros países como complemento a otras obligaciones de los parados. Pero también ha reconocido que es algo más propio del norte de Europa.