El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, ha afirmando hoy que el Gobierno no se ha reunido con los sindicatos para hablar de la reforma laboral y que el presidente, Mariano Rajoy, sólo tuvo un encuentro con ellos antes de su investidura "y no ha habido ninguna más".

Ferrer ha reaccionado así, en declaraciones a Efe, a las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha negado -como denuncian los sindicatos y el PSOE- que no se haya discutido la reforma laboral con los agentes sociales y ha asegurado que antes de aprobarla se produjeron 32 reuniones.

"No pongo en duda que la vicepresidenta se ha haya reunido 32 veces, pero será con las asociaciones de grandes empresas, el Consejo Estatal de Competitividad, o los grandes despachos, como Sagardoy o Cuatrecasas".

Además, ha señalado que con la ministra de Empleo, Fátima Báñez, los sindicatos sólo se reunieron el 13 de febrero, dos días después de publicarse el decreto ley de la reforma en el Boletín Oficial del Estado.

De ahí se derivaron reuniones técnicas que la ministra precisó no eran para negociar sino para explicar sus razones.

Entre el 13 de febrero y el 5 de marzo, ha habido cuatro reuniones en las que el Gobierno ha pretendido justificar las medidas, ha subrayado el secretario de Acción Sindical de UGT, quien ha añadido que queda una reunión pendiente para el próximo lunes, pero que ya estaba acordada desde antes de su nombramiento.

Ferrer ha recordado que el artículo 7 de la Constitución obliga al Gobierno a consultar con los interlocutores sociales este tipo de medidas, pero ha lamentado que Rajoy ni siquiera haya acusado recibo de las dos cartas que han enviado CCOO y UGT con sus propuestas para modificar la reforma.

Ferrer también ha criticado a la CEOE por haber manifestado el "impacto negativo" que tendrá la convocatoria de una huelga general para la imagen de España en el exterior-

A juicio de Ferrer, lo que lesiona la imagen de España es la actual situación "de emergencia" ante una recesión económica y la destrucción de 630.000 empleos, como prevé el Gobierno.

"Eso es lo que lesiona la imagen de España", ha subrayado.

El dirigente socialista ha señalado la falta de coherencia de la patronal que, a su juicio, debería haber defendido ante el Gobierno que se respetara el acuerdo por el Empleo y de moderación salarial pactado con los sindicatos, mientras que "le parece bien" el poder unilateral que otorga la reforma a los empresarios.