José María Ruiz-Mateos ha llegado a los juzgados de Palma citado como imputado por una estafa en la venta de un hotel y ha repartido entre los periodistas un escrito en el que afirma que el motivo de su "apatía y resistencia" a presentarse en sede judicial se debe a que "nunca" se le ha comprendido.

Ruiz-Mateos ha llegado en taxi sobre las 11.30 horas, con más de una hora de retraso respecto a la fijada por la jueza, a los juzgados de Vía Alemania acompañado de su hijo Javier.

En declaraciones a los periodistas, se ha remitido a un escrito en el que destaca la "ingente y meritoria labor realizada por la familia Ruiz-Mateos durante la extensa vida de Rumasa y Nueva Rumasa", y resalta su "labor social de primera magnitud".

En la nota vuelve a hacer referencia a la cancelación del crédito "por sorpresa" por parte del Banco Santander y añade: "Todavía sigo plenamente convencido de que si pudiera dialogar debidamente con el señor Botín, al que admiramos por su meteórica carrera bancaria, se podría dar una solución rápida y ordenada a todos los acreedores".

Indica que aún hay tiempo para solventar su situación y que su "deseo ferviente sigue siendo la voluntad de pago", destaca el "comportamiento ejemplar" y la "inmensa categoría humana" de sus hijos y resalta su trabajo en favor del "mundo obrero".

José María Ruiz-Mateos y su hijo Javier están citados por el juzgado de instrucción 5 de Palma por una supuesta estafa en la venta de un hotel en Mallorca a los Ruiz-Mateos y, según fuentes jurídicas, su intención hoy, al igual que ya hizo con otra causa de estafa parecida, es acogerse a su derecho a no declarar.

De no haber comparecido hoy en el juzgado, la jueza habría decretado su búsqueda y detención.