DURAMENTE, estibadores y miembros de la autoridad portuaria se afanan en descargar barriles y más barriles de petróleo para nuestras refinerías. España, y especialmente Canarias, dependen de los combustibles fósiles masivamente. En concreto, Canarias tiene una dependencia mucho mayor, ya que su sector eléctrico tiene un mix energético muy orientado al consumo de los derivados del petróleo: el 93% de la energía eléctrica canaria es combustible fósil (gasoil y fueloil); el 7% restante es energía renovable. Si además tenemos en cuenta que el peso del sector eléctrico es aproximadamente un 25% del total de la factura energética canaria, imagínate cómo estarán "las espaldas de los que trabajan en el puerto descargando barriles". No dan abasto.

La tecnología hoy nos brinda nuevas oportunidades. Y bajo la lupa del ahorro -tan necesario argumento en todos los tiempos-, tenemos la obligación de construir nuevas economías. Hacer que la nueva inversión haga de locomotora. Con total transparencia y claridad, mi visión es que la energía renovable aporta soluciones evidentes a una economía canaria maltrecha y en crisis. Puede hacer de locomotora.

Para aclarar, cada incremento de diez dólares en el barril de petróleo incrementa la factura energética de España en aproximadamente 4.000 millones de euros (datos del propio Ministerio de Industria). Solo recordar que hoy el precio del barril de Brent es de 127 euros y que la OPEP, en un informe reciente, habla de un precio de 140 dólares por barril en los próximos años, y no tuvo en cuenta en el informe la actual crisis con Irán, que es posterior al informe. Además, parece que el cambio de Irán como proveedor de petróleo nos perjudica, ya que el petróleo ruso y otros tienen muchos mayores costes de refino.

Un megawatio de energía eólica es capaz de reducir la importación de 3.500 barriles de petróleo en un año. Y la fotovoltaica, en Canarias, considerando que producimos 1.800 horas equivalentes, reduce aproximadamente 2.800 barriles al año por megawatio. Si el precio medio del barril en el año 2011 fue de 78 euros..., haga usted el cálculo, es sencillo. Pero si, además, nos olvidamos de los precios de 2011 y empezamos a pensar en los precios actuales, repito, 127 dólares el barril de Brent y los precios que vendrán, la cifra se convierte en insostenible; mala planificación, falta de visión y, sobre todo, error político asegurado.

Por continuar dando datos de relevancia: Canarias hoy tiene unos costes fijos y variables de 199 euros el MWH. Los costes variables del sistema canario a precios de 2011 se situaron en alrededor de 170 euros/MWH. Y los precios de la eólica están en 78 euros/MWH (incluyendo el 9% de la administración), en caso contrario sería de 71 euros/MWH y la fotovoltaica en suelo a 121 euros/MWH. ¿Hace falta decir algo más? Es tan evidente, es tan de sentido común...

Decirles también que cumplir con el Pecan (Plan Energético de Canarias) revisado, significa un ahorro anual de 331 millones de euros. Este número sale de lograr los 883 MW de eólica y los 89 de fotovoltaica que faltan para lograr los objetivos del Pecan, con unas horas equivalentes de 1.800 para fotovoltaica y 2.800 horas para la eólica.

Entonces, ¿cómo se frena mediante real decreto ley lo que es necesario? ¿A qué viene esta silenciosa espera para arreglar las negativas consecuencias del RDL1/2012?

Algunas voces dicen que no habrá nada nuevo bajo el sol hasta pasado el verano. ¿Tiene sentido? ¿Es lógico? ¿Es esto responsable? ¿El país puede permitírselo?

La energía renovable es más barata en Canarias. No hay dudas. Ya llegó el momento de actuar, y ese momento es hoy. Hay que mantener vigente el RD 1614 que regula el cupo de 600 MW de eólica para Canarias y hay que asignar potencia fotovoltaica en Canarias. Más sol y viento y menos barriles igual a ahorro.