El presidente de la Federación Regional Canaria de Empresarios Importadores y Concesionarios de Automóviles (Fredica), Rafael Pombriego, arremetió ayer contra las intenciones del Ministerio de Industria, Energía y Turismo de incrementar la fiscalidad sobre los vehículos diésel en los impuestos de Matriculación y Circulación ya que, a su modo de ver, acarrearía graves consecuencias para las empresas del sector en las Islas.

Pombriego recalcó en un comunicado que "esta medida supone un ataque directo a un colectivo que está sufriendo de manera durísima la crisis y que, con tales planteamientos, las consecuencias podrían ser demoledoras".

Con independencia de la finalidad de la iniciativa, el presidente de la patronal del automóvil argumentó que "no es el momento de realizar esta subida, que solo busca incrementar la recaudación, ante la desesperación de las administraciones públicas".

En este contexto, recalcó que "esto es un suicidio económico y que el efecto puede ser totalmente perverso en estos momentos".

De este modo, Fredica se suma a la protesta realizada por las organizaciones nacionales, al tiempo que recuerda que "el sector ha caído durante los años de la crisis por encima del 60%".

Según aseveró Pombriego, "la empresa privada, las pymes y los trabajadores no pueden seguir manteniendo con su esfuerzo y su empleo los costes de una administración pesada y, en la mayoría de los casos, absolutamente inútil".

Al respecto, apuntó que "los concesionarios han realizado desde hace cuatro años todo tipo de recortes, tanto en gastos financieros como en almacén y plantillas. A pesar de ello, "los ingresos siguen cayendo, ya que no mejora la venta de vehículos nuevos ni la posventa y eso provoca que el sector aguante bajo mínimos", añadió.

Ante este panorama, sentenció que "hay muchas empresas que lo están pasando realmente mal y que viven una fase muy complicada por la acumulación de varios ejercicios con pérdidas".

Entre tanto, según se desprende de los datos del informe de la consultora MSI, difundidos ayer por la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), las matriculaciones de vehículos en Canarias cayeron un 44% en el transcurso de la primera quincena de marzo, cuando se comercializaron un total de 713 coches, 569 menos que en el mismo periodo del ejercicio pasado.