Economistas reunidos hoy en el Foro de Desarrollo de China, que reúne a líderes empresariales de numerosas multinacionales y a representantes de organismos como la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, mostraron hoy su pesimismo por el futuro económico de la Unión Europea (UE), pese a la reciente aprobación del segundo rescate a Grecia.

"Para países como Grecia, España, Italia o Portugal, existe el riesgo de que la recesión se convierta en su forma de vida", destacó al respecto el director ejecutivo de HSBC Holdings, Stuart Gulliver, quien lamentó el círculo vicioso que afrontan estas naciones debido a las políticas de austeridad que se han visto obligadas a adoptar.

"Ello conduce a menor crecimiento, eso trae menores ingresos fiscales, mayor déficit fiscal, y nuevamente esto produce más austeridad", subrayó Gulliver, añadiendo que aunque el peligro inmediato de una crisis financiera ha desaparecido con el segundo rescate griego, los grandes retos para los Veintisiete (crecimiento, desequilibrios y una futura unión fiscal) siguen allí.

Gulliver destacó que es curioso que mientras en la relación económica entre EE.UU. y China es la primera -con un déficit comercial respecto a la economía asiática- la que culpa a los chinos del problema, en la Unión Europea es al contrario, dado que es Alemania, fuerte economía exportadora, la que se queja de los déficit del sur europeo.

De acuerdo con el directivo de HSBC, Alemania también es en parte culpable de esta situación por no utilizar su superávit comercial en invertir en el sur europeo, algo que en opinión de Gulliver le convendría, dado que los cuatro países importan un 10 % de las ventas germanas al exterior, por lo que recesiones en esos países podrían extenderse al suyo.

"Antes de la crisis, demasiada inversión alemana se fue a los activos hipotecarios estadounidenses y a la deuda de los gobiernos del sur", opinó el empresario.

Para otro de los ponentes, el miembro de la Academia China de Ciencias Yu Yongding, los préstamos del Banco Central Europeo "sólo pueden resolver los problemas más inmediatos, pero se necesita una consolidación de la unión fiscal" para que la estructura económica de la UE sea sólida a largo plazo, "aunque se necesita apoyo público para ello".

Yu lamentó que "algunos países europeos no tienen la habilidad económica para consolidar sus medidas de austeridad", y destacó que China sufrirá por ello, ya que es posible que se acuda a la depreciación del euro para resolver los problemas crediticios "y el primero en sufrir sería su principal acreedor, la economía china".

El experto estatal chino aseguró que la UE debería haber tomado algunas de las medidas actuales "hace 20 años" y "debe limpiar su casa antes de que China extienda su mano amiga por medio de apoyo financiero".

En la misma mesa de discusiones, el ex presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Austan Golsbee, fue uno de los más pesimistas en la jornada, alegando que como la UE tras la crisis de 2008 no siguió el modelo de EE.UU. y el Reino Unido, recapitalizando bancos, no hizo sino retrasar el problema.

De la misma manera, el segundo rescate a Grecia "sólo sirve para dar dos años más para que los gobiernos busquen auténticas soluciones", señaló el también profesor de la Universidad de Chicago, asegurando que "incluso una exitosa recapitalización podría no ser suficiente para evitar una terrible recesión".

Golsbee ve paralelismos en la actual relación sur-norte de la UE con lo ocurrido durante la unificación alemana, cuando un oeste competitivo y un este obsoleto unieron de la noche a la mañana sus economías.

"Unir países con diferente productividad requiere subsidios o movilidad de los trabajadores -añadió- y puede llevar a Portugal, Italia, Grecia y España a desagradables resultados, porque por mucha austeridad que practiquen sus déficit no harán sino empeorar", indicó.