El gigante tecnológico Apple respondió hoy con su primer reparto de dividendo desde 1995 y un masivo programa de recompra de acciones a las demandas de los inversores de Wall Street, que pedían desde hacía meses que distribuyera parte de los casi 100.000 millones de dólares en efectivo de los que dispone.

"Hemos utilizado parte de nuestro efectivo para hacer grandes inversiones en nuestro negocio", dijo hoy el consejero delegado de la firma, Tim Cook, quien añadió que, incluso después de esas inversiones, Apple puede "mantener unos fondos reservados para oportunidades estratégicas y mucho efectivo para operar el negocio".

Por ello, el gigante de Silicon Valley ha decidido ceder a las voces cada vez más fuertes que pedían desde Wall Street que la firma compartiera una parte de la inmensa cantidad de efectivo que ha amasado en los últimos años, que en julio pasado llegó a ser superior incluso al del propio Gobierno de Estados Unidos.

Así, tras diecisiete años de reticencias de la firma, y en concreto de su fallecido cofundador, Steve Jobs, Apple volverá a repartir un dividendo trimestral entre sus accionistas, en este caso de 2,65 dólares (2 euros) por acción, que comenzará a distribuir a partir de su cuarto trimestre fiscal de 2012, que comienza en julio próximo.

Además, el creador del iPad ha aprobado un plan de recompra de acciones de 10.000 millones de dólares (7.500 millones de euros) que iniciará en su próximo ejercicio fiscal y que se prolongará durante tres años, por lo que la firma está utilizando unos 45.000 (33.900) de los 97.600 millones de dólares (73.700 millones de euros) en saldo en efectivo y en valores negociables de los que dispone.

"Hemos estado clamando desde agosto de 2010 por que Apple devolviera efectivo a sus accionistas, cuando le escribimos una carta abierta al consejo de administración", recordó hoy en una nota a sus clientes el analista de Bernstein Toni Sacconaghi, quien se mostró "complacido" con la noticia.

Sin embargo, el experto dijo estar "decepcionado" por el tamaño del dividendo anunciado por Apple, que supone un rendimiento del 1,8 %, una cifra similar a la que reparte la tecnológica Hewlett-Packard y por debajo del 2 % que reparte Microsoft o el 3 % de Intel.

"Para una compañía que se enorgullece de pensar diferente, el anuncio de Apple refleja un programa de devolución de efectivo bastante descafeinado", concluyó Sacconaghi.

En cualquier caso, la gran mayoría de los analistas financieros de Wall Street han mantenido o elevado sus recomendaciones de compra sobre las acciones de la tecnológica e incluso han revisado al alza el precio al que creen que llegarán a intercambiarse los títulos de la firma.

Y es que los analistas prevén ahora que un buen número de fondos de inversión que antes no podían invertir en la firma porque no repartía dividendos, se lanzarán ahora a los brazos de Apple, impulsando aún más la cotización de sus acciones en un momento en el que ya rozan la histórica barrera de los 600 dólares (453 euros).

El buen recibimiento de la noticia, que se produce en pleno lanzamiento del nuevo iPad en diez países del mundo, se dejaba ver en la cotización de Apple en el neoyorquino mercado Nasdaq, donde a dos horas para el cierre de la sesión sus títulos subían un sólido 2,1 %, con lo que sumaban 12,29 dólares para cambiarse por 597,86 (451,60 euros).

Los impresionantes beneficios de la firma -que duplicó sus ganancias el último trimestre- y las ventas récord de dispositivos como el iPhone o el iPad, han propiciado que se haya revalorizado un contundente 47,6 % en lo que va de año, con lo que su capitalización bursátil supera ya los 557.000 millones de dólares (420.766 millones de euros).

Con esas vertiginosas cifras, Apple se consolida cada día como la firma más valiosa del mundo, alejándose por mucho de la segunda con mayor capitalización bursátil, la petrolera Exxon Mobil (con algo más de 400.000 millones), y más que duplicando a su histórica competidora, Microsoft, cuya capitalización se reduce a 271.000 millones.

"Resumiendo, creemos que el anuncio mantiene la promesa para todo tipo de inversores -crecimiento, valor y beneficio-, que debería atraer a más accionistas", concluyó por su parte el analista de Barclay''s Ben Reitzes, quien elevó el objetivo de precio de los títulos de la firma hasta 750 dólares (566,5 euros).