UGT y Comisiones Obreras de Cantabria esperan que el Gobierno "corrija" su reforma laboral tras el "éxito" de la convocatoria de huelga general, con un seguimiento medio del 85%, superior al de la última convocatoria, y en el que la participación ha variado sensiblemente en función de sectores y comarcas.

Porque han sido la industria y Torrelavega, respectivamente, los que han tirado de unos paros que han trascendido la reforma para convertirse en una protesta generalizada contra los recortes sociales y, en especial, por la situación de la educación pública.

A partir de ahora, UGT y Comisiones Obreras "esperan una llamada" del Gobierno, a quien han advertido de que aún "tiene tiempo" para "rectificar" sobre su reforma laboral durante la tramitación parlamentaria.

Aunque desde el Gobierno de Cantabria, que ha considerado bajo el seguimiento alcanzado, ya se ha adelantado, por boca de su presidente, Ignacio Diego, que el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy sabe "lo que tiene que hacer" y eso es algo que "una huelga no va a cambiar".

La jornada arrancó marcada, prácticamente desde el primer momento del día, por la puñalada de un hostelero a una piquetera en Torrelavega, que, junto a una carga en el edificio de Ministerios en la calle Vargas, han sido los principales incidentes de una cita reivindicativa en la que, en total, se ha detenido a una persona y se identificaron a otras cuatro.

El hostelero, que clavó un cuchillo en la mano a una integrante de un piquete, fue detenido y luego puesto en libertad sin fianza por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Torrelavega.

Estos han sido los incidentes más llamativos de una jornada en la que se han cumplido la mayoría de los servicios mínimos y se ha producido normalidad en el funcionamiento de servicios como Renfe y Feve, o el Puerto, donde el Ferry desembarcó sin problemas. En el aeropuerto, se habían cancelado siete vuelos, previamente, y sólo ha habido uno.

En Torrelavega, el sindicato USO convocó un acto propio, diferenciado, y por la mañana, en la capital cántabra, entre 700 y 1.000 personas sumaron, al grito de "obreros y estudiantes, juntos y adelante", las quejas sobre los recortes en educación a la protesta contra la reforma laboral.

SEGUIMIENTO

La industria ha sido el sector que ha tirado de la participación, con un seguimiento total en las tres grandes fábricas que han sufrido EREs en los últimos meses (Teka, B3 y Haulotte) y en el resto de factorías de la comunidad, mientras que el seguimiento ha resultado menor en el sector servicios y en el comercio.

En detalle, por sectores, en el siderometalúrgico ha sido del 100%, en el químico de un 90% y en el agroalimentario, de un 70%, mientras que en la construcción, sindicatos y patronal coincidieron en señalar su respuesta masiva al paro, que ha llegado prácticamente al 100% de las empresas del sector.

Pero en cambio, hubo sectores en los que Ceoe detectó un seguimiento "prácticamente nulo": superficies comerciales; distribuidores de bebidas y alimentación (0%); estaciones de Servicio (0%), y Radio Taxi (0%).

El 75% de los autónomos cántabros no participó en la huelga (según la asociación que les representa), al contrario que los asalariados, que la han secundado casi en la misma medida, un 70% (en datos de UGT y CC.OO).

Entre las PYMES del sector del metal, el seguimiento ha sido de un 18%, en un colectivo que, junto a los comerciantes --de los que finalmente han abierto el 85%--, ha criticado la actitud de los piquetes sindicales, por las coacciones para forzar el cierre de los negocios.

Por zonas, los sindicatos destacaron el paro "total" en Torrelavega o Los Corrales de Buelna y, en menor intensidad, en la zona oriental de Cantabria. Frente a esto, la patronal hacía hincapié en la normalidad en localidades como Ampuero, Hoznayo, Isla, Comillas, Potes, Sarón y Bezana, y atribuía los datos de la capital del Besaya al ambiente "crispado" que imponían los piquetes.

En la sanidad pública, el seguimiento ha sido, de media, de un 18,9%, con un 12,5% en los grandes hospitales de la región, y en la enseñanza pública, --protagonista en parte de la jornada, con una manifestación específica --, ha sido de un 38% según el Gobierno y un 95% para los sindicatos.

En total, 14.447 trabajadores de la Administración pública, lo que supone el 21,68 por ciento de los empleados, se sumaron a la huelga --en datos del Gobierno--, en la que se han respetado los servicios mínimos, sobre los que ha llamado la atención el servicio de Emergencias, el SEMCA, a quienes se les acaba de anunciar un ERE que afecta a la cuarta parte de su plantilla.