El presidente del Grupo Santander, Emilio Botín, ha asegurado hoy que "las medidas que está tomando el Gobierno son duras en el corto plazo, pero imprescindibles de cara al futuro", y ha añadido que "España está haciendo bien sus deberes".

En su intervención ante los accionistas del Grupo en la Junta General anual, Botín ha apoyado la reforma laboral del Ejecutivo, que, a su juicio, "va en la buena dirección y redundará en una mejora de la competitividad de la economía española y, a medio plazo, en la creación de puestos de trabajo".

En cuanto a la estrategia del banco en España -que hoy representa sólo el 13 % del beneficio del grupo-, Botín adelantó que la entidad se centrará este año en reducir su exposición al sector inmobiliario y acelerar la venta de inmuebles, así como en crecer de forma orgánica "dando crédito y apoyando la recuperación económica".

Asimismo, Botín anunció a sus accionistas que otra de sus prioridades para 2012 será mantener el dividendo que les paga en 0,6 euros por acción por cuarto año consecutivo, así como alcanzar un capital de máxima calidad o "core capital" del 10 %.

También quiso dejar claro que la entidad mantendrá su red de oficinas para aprovechar las oportunidades que ofrezca la reordenación del mapa bancario español, pero en ningún caso harán compras que se aparten de sus "estrictos criterios financieros", ya que no les interesa crecer por crecer.

Botín destacó que "los bancos estamos haciendo un esfuerzo sin precedentes para contribuir a sanear el sistema financiero español" y en particular hacer frente a los problemas de "alguna caja de ahorros".