La "guerra de cifras" que habitualmente mantienen las administraciones públicas y los sindicatos volvió a escenificarse ayer durante toda la jornada de huelga, puesto que mientras para el Gobierno de Canarias la participación de los trabajadores del Servicio Canario de Salud nunca superó el 20%, para las centrales sindicales llegó a estar cerca del 70% y cerca del 60% en la sanidad privada, "algo insólito", según declararon los representantes de UGT y CCOO, Francisco Bautista y José Alonso Rodríguez.

Sin embargo, los pacientes que acudieron ayer a un centro de salud o a alguno de los hospitales del Archipiélago se encontraron con que los servicios sanitarios funcionaron con normalidad salvo puntuales excepciones.

Además de por los servicios mínimos, una de las claves estuvo en que la mayoría de los trabajadores que secundó el paro en el área sanitaria fue administrativo, mientras que médicos y enfermeros acudieron masivamente a su puesto de trabajo.

A ello se unió que una parte importante de los pacientes -entre un 10 y un 15%, según- no acudieron a las citas que tenían previstas, contribuyendo a desahogar el ritmo de trabajo.

En la educación, la falta de asistencia de los usuarios del sistema -los alumnos- también fue el rasgo más llamativo de la jornada y contribuyó a vaciar los centros docentes de las Islas pese a que el seguimiento del profesorado rondó la mitad de la plantilla, según el sindicato Comisiones Obreras, o se quedó en un 31%, según el Gobierno regional. Eso sí, ambos coinciden en un punto: no hubo incidentes destacables y todos los centros abrieron sus puertas.

El secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, José Ramón Barroso, aseguró que los miembros de la organización recabaron datos de los centros que permiten concluir que un 51,8% de los docentes de la provincia de Santa Cruz de Tenerife y un 51,7% de los de Las Palmas se sumaron al paro en la enseñanza pública y concertada.

Por su parte, el Ejecutivo autónomo proporcionó cifras más rebajadas, con un 31,05% de seguimiento en la provincia oriental, un 24,4% en la occidental y un global de aproximadamente un 31,03%.

Respecto a los estudiantes, Barroso habló de un 85,4% de seguimiento -un 86,3% en Santa Cruz de Tenerife y un 85,6% en Las Palmas-, lo que demuestra "la gran incidencia que las protestas contra la reforma laboral ha tenido en la sociedad de Canarias".

Otro sindicato, el STEC-IC ha aportado unas cifras similares entre los alumnos -un 85%- y algo más elevadas entre el profesorado -un 60%-. La organización sostuvo que "muchos centros educativos han funcionado únicamente con los servicios mínimos".