Estar dispuestos a moverse dentro del mundo, especializarse en una rama académica concreta y cambiar el chip que se ha asentado en nuestra sociedad que solo da por buenos los trabajos indefinidos o públicos, son algunos de los antídotos contra el paro juvenil, que afecta a casi la mitad de los jóvenes de Canarias.

Así lo considera el director del Observatorio de Empleo de la Universidad de La Laguna (ULL), Luis García, quien detalla en una entrevista que el 66 por ciento de los titulados universitarios del archipiélago sufren el desempleo o trabajan de otra cosa de la que han estudiado.

El porcentaje de paro en los jóvenes sin formación, que antes trabajaban en la construcción o en el sector servicios es del 55 por ciento, agrega el catedrático de la ULL, un dato que hace a este segmento de la población protagonista del desempleo juvenil.

La tasa de paro juvenil en el archipiélago se eleva al 49,1 por ciento, unas 211.200 personas, mientras que en España es del 48,5 por ciento y en la Unión Europea alcanza el 22 por ciento, según la última Encuesta Población Activa (EPA).

El motivo por el que este desempleo afecta más a Canarias que al resto del país se debe, entre otras cosas, por la significativa falta de cualificación y abandono escolar que hay en las islas, lo que lleva a niveles muy básicos de empleo.

También, añade el especialista, porque el archipiélago depende de una economía centrada en el sector servicios y fuera de este nicho de empleo las salidas laborales para otros titulados universitarios son escasas.

Esto hace que, tanto para los jóvenes formados como para los que no lo están, las opciones de encontrar empleo en Canarias sean bajas y que emigrar vuelva a ser una opción como lo fue para sus abuelos.

La diferencia respecto a esa otra generación está en que ahora gran parte de los jóvenes que deciden hacer sus maletas y subirse a un avión están formados y disponen de varias titulaciones, máster y especializaciones, comenta el catedrático.

Sin embargo, y pese a lo que se comenta en la calle, este sector de "atrevidos" solo representa al 15 por ciento de los jóvenes canarios, el resto, es decir, dos de cada tres universitarios prefiere sufrir el paro o trabajar de cualquier cosa para lo que están sobrecualificados.

El miedo a este viaje sin posible retorno va venciéndose poco a poco entre los titulados canarios y el contacto de un amigo o familiar en el extranjero o una beca de formación son los dos motivos principales que les impulsan a irse.

La falta de idiomas es también otro de los problemas a los que se enfrentan estos jóvenes, que luchan por conseguir su hueco en el mercado laboral a base de formación y de romper fronteras.