España entró oficialmente en recesión económica tras registrar en el primer trimestre una caída trimestral del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,3%, una décima menos de lo esperado por el Banco de España, según el avance de datos de la contabilidad nacional publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El Gobierno ya había dicho que esperaba una caída más suave de la anunciada por el Banco del España, del 0,3%, con lo que este diagnóstico se ha visto confirmado por el organismo estadístico.

Con la contracción del primer trimestre de 2012, igual a la experimentada en la última parte de 2011, se produce lo que se llama recesión técnica: al menos dos periodos consecutivos en negativo.

La debilidad de la demanda nacional (consumo e inversión), frente a la fortaleza del sector exterior (exportaciones e importaciones) explican el descenso del PIB.