La agencia de medición de riesgos Standard & Poor''s (S&P) bajó ayer la calificación de 11 entidades financieras españolas después de que el pasado jueves ya recortara en dos escalones la deuda soberana española por las dificultades para cerrar la reestructuración del sector bancario en el país.

S&P rebajó la calificación a Santander, Banesto, Santander Consumer, BBVA, Banco Sabadell, Ibercaja, Kutxabank, Banca Cívica, Bankinter, Barclays y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

Asimismo, situó en perspectiva negativa la nota que da a Caixabank, Bankia y Banco Popular.

En una nota, la agencia explica que la rebaja aplicada la semana pasada a la deuda soberana española tiene implicaciones directas sobre la de las entidades financieras. Los motivos aducidos entonces -el deterioro de la trayectoria del déficit presupuestario del país y el aumento de las probabilidades de que el Gobierno necesite proveer de ayudas fiscales al sector bancario- afectarán negativamente a las cuentas de los bancos.

No obstante, y pese al recorte aplicado ayer, la calificación de las entidades españolas se mantiene en niveles aceptables, con moderada sensibilidad a entornos adversos y aún lejos de los "bonos basura".

Además, la perspectiva de las 11 entidades devaluadas ayer se sitúa en negativo, lo que las hace susceptibles de otra posible rebaja, con la única excepción de Banca Cívica. El grupo en el que está integrada CajaCanarias se sitúa hora en BB+/B.

La bolsa baja un 1,89%

El ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció ayer nuevas fusiones y adquisiciones bancarias "en los próximos días" y se mostró partidario de que las entidades separen sus activos inmobiliarios del resto de negocios. Esta fórmula "permite que los bancos se dediquen a su negocio, que es el bancario, y no al inmobiliario", comentó De Guindos tras la decisión de Standard & Poor''s.

Esta, unida el retroceso de las plazas internacionales por malos datos de actividad en Estados Unidos, provocaron una caída de la bolsa española del 1,89%. El selectivo Íbex 35 acabó así abril con un retroceso del 12,45% y al borde de 7.000 puntos.