El candidato laborista a la Alcaldía de Londres, Ken Livingstone, cree que el gran problema de la capital británica es "el alto coste de la vida", por lo que promete que nadie tendrá que pagar más de un tercio de sus ingresos por el alquiler.

"Hay muchos caseros irresponsables y el precio de la vivienda en Londres es demasiado alto. Por eso pondré en marcha agencias inmobiliarias sin ánimo de lucro para asegurarme de que ningún londinense gasta más de un tercio de sus ingresos en el alquiler de su vivienda", explicó Livinsgtone en entrevista con Efe.

Los londinenses acuden a las urnas el próximo jueves para elegir al alcalde de la capital británica, en unos comicios que se han convertido en un duelo electoral entre dos de los políticos más carismáticos del país.

"Ken el rojo", como se conoce al contestatario candidato laborista, se enfrenta al actual alcalde, el conservador Boris Johnson, que le arrebató el ayuntamiento en 2008 y que parte con una ligera ventaja en las encuestas.

De Johnson dice Livingstone que "cuenta mejores chistes", pero que "ha fallado en todas sus principales responsabilidades", según comenta en la entrevista con Efe.

Livingstone, de 66 años, que fue alcalde de Londres entre 1981 y 1986 y de 2000 a 2008, tiene como principal baza su larga experiencia en el Ayuntamiento, algo que también ha desgastado su popularidad.

Entre sus logros destaca el haber conseguido que Londres fuera sede olímpica, ser la única ciudad en el mundo que experimentó un abandono del coche en favor del transporte público y el que ahora la capital sea una urbe "más abierta, tolerante y diversa", afirma.

Livingstone, representante del sector más izquierdista del Partido Laborista, puso en marcha el impopular sistema conocido como "Congestion Charge", por el que se cobra una tasa a todos los vehículos que circulan por el centro de la ciudad durante el día con el objetivo de eliminar los atascos.

"Conseguimos reducir el tráfico en un 20 por ciento y la contaminación en un 15 por ciento, además de incrementar la velocidad de los autobuses. Evidentemente, estoy contento con el resultado", explica Livingstone, que insiste en que utilizó el dinero del impuesto para potenciar el transporte público.

Livingstone, al que sus detractores critican un estilo excesivamente personalista, vio cómo durante su mandato el sector financiero se convirtió en el principal motor económico de Londres.

"No soy responsable de la regulación de la City, simplemente me aseguré de que Londres se beneficiara de ello. Siempre he pensado que nuestra ciudad es demasiado dependiente de los servicios financieros", se justifica.

En este sentido, promete que si gana impulsará una comisión que "analice el potencial de crecimiento de otras industrias" productivas.

El candidato laborista habla con pasión de los beneficios de los Juegos Olímpicos que se celebrarán del 27 de julio al 12 de agosto próximos en Londres, que considera como uno de sus principales legados.

"Nos dio la oportunidad única de mostrar al mundo que somos una gran ciudad, la posibilidad de regenerar las partes más marginadas, crear un legado deportivo, además de haber creado miles de empleos", enumera.

El político laborista, que resalta que los JJOO "han conseguido que el este de Londres se regenere en seis años en vez de en 60", niega que la capital no viva con entusiasmo la cita deportiva y cita como ejemplo la alta demanda de entradas.

Sin embargo, reconoce que se están cometiendo abusos y considera una "vergüenza" que haya gente que se haya visto obligada a abandonar sus casas durante los Juegos por la codicia de los caseros, que han subido los alquileres de manera desorbitada en los alrededores del Parque Olímpico.

Livingstone, que ganó las elecciones de 2000 como candidato independiente tras ser expulsado del Partido Laborista, mira como ejemplo a la ciudad canadiense de Vancouver "por su magnifico transporte público y su ecologismo".