Los ministros de Economía de la UE intentarán mañana llegar a un acuerdo sobre el refuerzo de los requisitos de capital para la banca, destinado a blindar el sistema financiero contra nuevas crisis y adaptar la legislación europea al acuerdo internacional de solvencia bancaria Basilea III.

Los Veintisiete admiten que es necesario aumentar las reservas de capital de las entidades financieras, así como mejorar su calidad, para que puedan hacer frente a futuras crisis sin desmoronarse, pero discrepan sobre el margen que deben tener las autoridades nacionales para imponer incrementos.

El Reino Unido lidera el grupo de países que reclaman poder exigir a la banca establecida en su territorio niveles de capital de máxima calidad superiores al 7 % mínimo previsto en Basilea sin consultar a Bruselas.

Francia, en cambio, es partidaria de "armonizar al máximo" este tipo de decisiones y de reservar un papel supervisor destacado a la Comisión Europea, si bien reconoce que "cierta flexibilidad" a escala nacional es necesaria, indicaron fuentes diplomáticas.

La presidencia danesa de turno de la UE, en un intento de conciliación, ha propuesto crear un colchón adicional para riesgos sistémicos.

Según este planteamiento, las autoridades nacionales podrían imponer un requisito adicional de capital de hasta un 3 % sin consultar con Bruselas, pero más allá de ese umbral necesitarían la autorización de la Comisión Europea (CE), que a su vez tendría que consultar al Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos (CERS) y a la Autoridad Bancaria Europea (ABE).

Francia se ha mostrado dispuesta a aceptar esta nueva flexibilidad siempre que exista "una verdadera voluntad de compromiso" entre los Veintisiete y se logre un acuerdo global sobre el resto del paquete normativo.

La CE opina que tanto su propuesta como la de la Presidencia danesa están en línea de Basilea III y confía en que mañana los ministros puedan acordar una posición común con vistas a llegar a un acuerdo con el Parlamento Europeo antes de junio, indicaron este lunes la portavoz de Mercado Interior de la Comisión Europea, Chantal Hugues, y fuentes danesas.

La UE quiere tener su legislación completamente adaptada a Basilea III antes de enero de 2013, cuando debe empezar a aplicarse por fases el acuerdo internacional para que quede completamente implementado en enero de 2019, y por eso la Presidencia danesa ha convocado una reunión extraordinaria.

Basilea constituye la reforma normativa más importante que ha engendrado la crisis económica y su principal objetivo es triplicar las reservas de capital de las entidades financieras y mejorar su calidad para que puedan asumir pérdidas y evitar la quiebra.

Este pacto mundial, sellado en septiembre de 2010, exige que la banca disponga de un coeficiente mínimo de capital ordinario del 4,5 % de los activos ponderados por riesgo, así como de un colchón adicional de conservación de capital del 2,5 %, es decir, un 7 % en total.

Además de esos dos requisitos básicos, establece un colchón anticíclico, que se activará en tiempos de crecimiento económico y se suspenderá en periodos de recesión, de entre el 0 y el 2,5 %; y fija el capital mínimo necesario de máxima calidad en el 6 %.

El capital total mínimo seguirá siendo del 8 % y llegará hasta el 10,5 % con el colchón de conservación.

La normativa europea -compuesta por un reglamento y una directiva- adopta la base mínima de Basilea, pero le añade requisitos adicionales más ambiciosos como el ámbito de aplicación: mientras el pacto internacional se limita a los 120 bancos mundiales considerados sistémicos, la legislación comunitaria afectará a las 8.300 entidades establecidas en la UE.