El Primero de Mayo se celebró ayer en el conjunto de la Unión Europea (UE) bajo la sombra de la crisis económica, que afecta de manera singular a Grecia, donde arreciaron las protestas contra los recortes sociales ante la cercanía de las elecciones programadas, al igual que en Francia, para el próximo domingo, cuando el conservador Nicolas Sarkozy y el socialista François Hollande se disputarán la presidencia.

En Atenas, la manifestación principal, seguida por unas 5.000 personas según el portal In.gr y convocada por los principales sindicatos, estuvo presidida por el lema "Juntos podemos" y una dura crítica a las medidas de austeridad impuestas por la UE y aprobadas por el Gobierno de coalición socialdemócrata-conservador.

Los análisis electorales indican que lo más probable es que, tras los comicios, se repita una coalición entre los socialdemócratas de Pasok y los conservadores de Nueva Democracia, ya que son las únicas grandes formaciones que apoyan el acuerdo con la Unión para aplicar medidas de ahorro a cambio de ayuda financiera.

Críticas a Merkel

En su mayoría, las marchas de Atenas y el resto del país fueron pacíficas, aunque en la capital hubo pequeños incidentes como el ataque a dos quioscos de información electoral.

En Lisboa y varias ciudades de Portugal, los numerosos manifestantes demandaron nuevas políticas de empleo para los jóvenes y menos austeridad en dos marchas convocadas por separado por las sindicatos CGTP y UGT.

En Italia todas las grandes ciudades acogieron manifestaciones, en las que los sindicalistas pidieron al Gobierno que cambie de política, que bajen los impuestos y se tomen medidas para reactivar el crecimiento.

Italia y Alemania registraron los enfrentamientos más contundentes entre manifestantes y policía dentro de la Unión. En Turín algunos líderes políticos, como el secretario general del Partido Demócrata (PD), Pierluigi Bersani, fueron increpados cuando participaban en actos del Primero de Mayo, lo que motivó una carga policial.

Por lo que a Alemania respecta, en Berlín hubo enfrentamientos al término de una manifestación convocada en la víspera del Primero de Mayo, jornada que desde hace 25 años deriva en altercados en la capital alemana. Miles de manifestantes de izquierda cortaron el paso a las distintas marchas de la ultraderecha que congregaron a centenares de neonazis.

La Confederación Alemana de sindicatos (DGB), que integra todos los movimientos obreros del país, hizo un llamamiento a la lucha a favor del salario mínimo, contra los bajos sueldos, el poder de los bancos y la política del Gobierno de Angela Merkel.