El 88 % de los trabajadores de las cajas de ahorros teme por su empleo y el 95 % considera "inmorales" las indemnizaciones pagadas a los directivos de las entidades, según una encuesta elaborada por la Fundación DEAS, del Sindicato Independiente de Cajas y Afines (Csica).

La encuesta, elaborada sobre 650 entrevistas efectuadas entre marzo y abril de 2012 y presentada hoy en conferencia de prensa en Pamplona, revela que el 87 % de los empleados de las cajas de ahorro considera que la desaparición de estas entidades no era necesaria para reestructurar el sistema financiero.

Los empleados de las cajas aseguran haber visto la desaparición de estas entidades principalmente con preocupación (68,49 %) y con tristeza (51,29 %), según revela el estudio, en el que los encuestados podían seleccionar más de una respuesta.

Un 96 % de los trabajadores consultados, pertenecientes a las cajas en las que Csica tiene representación, cree que la reestructuración provocará una "avalancha" de despidos, que a su juicio se harán de forma indiscriminada (46,12 %), entre los de más edad (44,29 %) o por mayor antigüedad (37,14 %).

Además, un 73,67 % opina que el proceso se ha llevado a cabo de manera precipitada y consideran que su opinión y experiencia no ha sido valorada durante las fusiones.

En ese sentido, la encuesta, que ha sido presentada por los presidentes de la Fundación DEAS, Félix Torquemada, y del sindicato Csica, Luis Alameda, refleja que, para los trabajadores, los criterios principales que han guiado las fusiones han sido "políticos" (72,75 %) y por el "interés de altos ejecutivos" (58,60 %).

En general, los empleados de las entidades se quejan de la poca información recibida durante el proceso y, así, un 46,27 % afirma haberse enterado de las decisiones sobre su propia caja por la prensa y un 40 % asegura que en ningún momento se les ha explicado el proceso o sus consecuencias para los trabajadores.

Al ser preguntados sobre las condiciones en las que están trabajando, un 53,27 % señala que se siente presionado por sus superiores y por los clientes y un 73,36 % asevera que lo que más le preocupa es perder su puesto de trabajo, un dato que, según ha resaltado Torquemada, debe hacer "recapacitar" a las entidades.

Un 95 % de los consultados cree que la desaparición del modelo tradicional de las cajas representa una importante pérdida para la sociedad, sobre todo porque en su opinión desaparecerá la obra social (79,91 %), habrá menos cercanía con los clientes (53,88 %) y se producirá una "exclusión financiera" de amplias capas de población (53,88 %).