Tras las elecciones celebradas el domingo en Grecia, que han dejado como resultado un fragmentado arco parlamentario, el Banco Central Europeo (BCE) ha avisado este martes al país heleno de que el plan de ajuste acordado con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) no se puede renegociar si quiere seguir en la Eurozona. En este clima de incertidumbre, el Tesoro griego ha colocado 1.300 millones de euros en deuda con vencimiento a seis meses a un tipo de interés del 4,59%, un 3% más caro que antes de que tuvieran lugar los comicios.

El resultado de las elecciones helenas de este domingo, saldado con un fragmentado arco parlamentario en el que los partidos contrarios a los términos del rescate del país heleno son mayoría, demuestra la creciente oposición social a las medidas de austeridad y eleva hasta un rango de entre el 50% y el 75% las posibilidades de que Grecia finalmente acabe abandonando el euro, según los pronósticos del banco estadounidense Citigroup. Estos resultados electorales no solo dificultan la formación de Gobierno, sino que además pone en peligro que el país pueda recibir el siguiente tramo de rescate con la Troika.

Ante esta situación, el representante alemán en el directorio del BCE, Jörg Asmussen, ha avisado a Grecia de que el plan de ajuste acordado con la UE y el FMI no se puede renegociar si quiere seguir en la Eurozona. "Grecia debe tener claro que no hay alternativa al programa de rescate acordado si quiere seguir en el euro", ha dicho Asmussen en una entrevista al periódico alemán Handelsblatt.

Frente a las advertencias del BCE, el líder del partido conservador griego Nueva Democracia, Antonis Samaras, ha reiterado este martes el compromiso de su formación con el citado plan de rescate, rechazando de esta forma cualquier posible pacto con la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA).

Este bloque de izquierdas ha recibido el encargo de formar Gobierno, para lo cual tiene un plazo de tres días. El presidente griego, Karolos Papoulias, encargó inicialmente a Samaras, cuyo partido fue el más votado en las parlamentarias del domingo, la formación de un Ejecutivo que, a tenor de la fragmentación de la Cámara, se antoja complicado para cualquiera de los grupos.

"Me está pidiendo que suscriba la destrucción de Grecia. No quiero esto", ha dicho Samaras en un discurso televisado. En este sentido, el principal responsable de Nueva Democracia ha insistido en que respetará una administración en minoría que asegure la permanencia del país en el euro, algo que, a su juicio, el líder de la Coalición de la Izquierda Radical, Alexis Tsipras, no garantiza.

Aunque el sistema electoral griego otorga un bonus de 50 diputados a la fuerza más votada, ni Nueva Democracia ni el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), los únicos partidos griegos con representación parlamentaria favorables al plan de rescate, suman los 151 diputados necesarios para tener mayoría en el Parlamento. El Parlamento Comunista de Grecia (KKE), por su lado, ha dicho que no va a formar parte de ningún gobierno de coalición.

En cambio, Izquierda Democrática, un pequeño partido griego, ha dado su apoyo este martes a la Coalición de la Izquierda Radical para que forme una coalición de gobierno. Sin embargo, juntos tampoco suman una mayoría en el Parlamento, pues Izquierda Democrática logró 19 escaños, mientras que Izquierda Radical obtuvo 52.

"Le he dicho que, si quiere, puede formar un gobierno de partidos de izquierdas con el apoyo de Izquierda Democrática", ha afirmado el dirigente de esta formación, Fotis Kouvelis, después de reunirse con el líder de la Coalición de la Izquierda Radical, Alexis Tsipras.

LETRAS A SEIS MESES UN 3% MÁS CARAS

En este clima de incertidumbre, el Tesoro griego ha colocado este martes 1.300 millones de euros en deuda con vencimiento a seis meses a un tipo de interés del 4,69%, lo que supone un alza del 3% respecto al abonado el pasado 10 de abril, antes de las elecciones.

La cantidad adjudicada en subasta por la Agencia para la Gestión de la Deuda Pública de Grecia superó, no obstante, el objetivo previsto de 1.000 millones de euros, al contar con una demanda de 2.603 millones, equivalente a una ratio de 2,6.

En la anterior operación de este tipo, celebrada el pasado 10 de abril, la demanda alcanzó 2.620 millones de euros, equivalentes a una ratio de cobertura de 2,62.