La tasa anual del índice de precios de consumo (IPC) aumentó dos décimas en abril y se situó en el 2,1 %, debido sobre todo al incremento de los precios de la vivienda y, en particular, de la luz, que subió un 9,4 % respecto al mismo mes del año pasado.

Este aumento del IPC en abril se produce tras seis meses consecutivos de bajadas.

El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, ha calificado de positivo el dato, pese al alza de abril, porque la inflación subyacente -que excluye la variación de los precios de los alimentos frescos y la energía- bajó una décima y considera que este índice muestra mejor la tendencia de los precios.

Según los datos del IPC difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación subyacente se situó en el 1,1 % al caer una décima.

Para Jiménez Latorre, además, si se compara la tasa anual estimada para el conjunto de la UE, el diferencial de inflación a favor de España es de seis décimas.

El secretario de Estado estima que en el conjunto del año la inflación general tenga un comportamiento similar a la subyacente y se sitúe en torno al 1 %.

Los grupos que más repercutieron en la evolución anual del IPC, además de la vivienda, fueron el de las bebidas alcohólicas y el tabaco, con un alza del 5,1 %, y el del transporte, que subió el 4,8 %, aunque cuatro décimas menos que en marzo, por la bajada de los precios de los automóviles.

También influyeron en la tasa los precios de los carburantes y lubricantes, que subieron el 8,7 %, pero menos que el año pasado.

En cuanto a la evolución mensual, el IPC subió en abril siete décimas respecto a marzo y se situó en el 1,4 %, debido sobre todo a los precios del vestido y calzado, que se encarecieron un 9,9 % por el inicio de la temporada primavera-verano.

En el IPC mensual también repercutieron la subida de la luz, el transporte - que aumentó el 0,6 % por el alza de los carburantes y lubricantes- las bebidas alcohólicas y el tabaco (2,9 %), los hoteles, cafés y restaurantes (0,7 %) y el ocio y la cultura (1 %).

En el acumulado entre enero y abril, la tasa interanual se situó en el 1,1 %.

Destacan las subidas anuales de los huevos (15,3 %), calefacción, alumbrado y distribución de agua (8,3 %) y la bajada del 15,9 % para las patatas.

Respecto al mes anterior, lo que más subió fue la ropa de niño y de bebé (20 %) y la de mujer (11,9 %), mientras que lo que más bajó fueron las legumbres y hortalizas frescas (3,4 %).

Todas las comunidades aumentaron o mantuvieron la tasa interanual, excepto La Rioja, donde bajó una décima hasta el 2,1 %.

CCOO y UGT han achacado la subida de precios al aumento de las facturas de la luz, el gas y los transportes y también a los beneficios empresariales.

Para UGT, los "tarifazos" aprobados por las distintas administraciones para la luz, el gas y los transportes son insostenibles en la actual situación de recesión económica.

Además, culpa a los empresarios de no cumplir con el pacto sobre empleo y negociación colectiva suscrito con los sindicatos en febrero pasado y que insta a las partes a moderar precios, salarios y a reinvertir los beneficios empresariales.

CCOO coincide en que la subida de precios se debe a la conducta de una parte de los empresarios que mantienen beneficios excesivos durante la crisis.

Asimismo, ha criticado la "desmesurada" subida de algunos precios con regulación pública, aumentos que además de penalizar la capacidad adquisitiva, obstruye la posibilidad de crear empleo.

Las patronales CEOE-CEPYME también creen que la subida del 2,1 % es elevada para la actual situación económica, aunque han resaltado que esa cifra todavía permite a España mantener un diferencial con la inflación europea de 0,6 puntos.

Ambas han valorado que la inflación subyacente haya bajado una décima.

Para las Cámaras de Comercio las presiones inflacionistas se mantendrán durante los meses centrales del año pero se moderarán nuevamente en el último trimestre.