El sector del metal en la provincia tinerfeña está resistiendo los embates de "la crisis del desencanto", como la denomina el presidente de la Federación de Empresarios del Metal y Nuevas Tecnologías (Femete), José Luis García Martínez, apostando por "la formación pero perdiendo socios y recursos" a cada paso que se da.

Según García, "Femete ha pasado de los 1.600 socios a unos 1.100, aproximadamente, lo que supone un descenso del 30%, y motivado por el cierre de empresas o la imposibilidad de pagar la cuota, que es de unos 40 euros, más una pequeña cuota por trabajador".

"No hay pedidos para poder trabajar, los impuestos te abruman cada tres meses, hay que afrontar el pago de tasas y soportar inspecciones, así que llega un momento en que el desencanto se apodera de los empresarios, y esa es la peor crisis que puede haber", dijo el titular de la patronal.

En medio de esta situación de incertidumbre destacó que la subida impositiva que ya aplica el Gobierno de Canarias "ha llegado en el peor momento para hacerlo. Yo no sé si los políticos conocen la teoría del retroceso y que si se produce ese incremento, las empresas trabajan menos y cierran, y si cierran, hay menos trabajadores, más paro y menos tributos que recaudar"·

En cuanto a la pérdida de empleo, también se ha dejado notar en este sector, en el que, "desde que comenzó la crisis, hace algo más de cuatro años, hemos perdido en torno al 30% de los trabajadores vinculados a nuestra actividad".

El presidente de Femete, conocedor del sector del aire acondicionado, al que se dedica hace décadas, explica que este puede ser un ejemplo de lo que está pasando en los últimos tiempos, donde a pesar de las dos olas de calor que las Islas han sufrido en algo menos de mes y medio, "apenas se ha movido la venta de aparatos de aire acondicionado".

Según García, pasan las horas y apenas "hay encargos. Hago un seguimiento a lo largo del día de la actividad de mi empresa y hay algún trabajo, pero muy poco. Recuerdo otras épocas en las que llegamos a tener lista de espera. Nosotros, que llevamos 40 años en el sector, somos una empresa que creo que estamos bien considerados, que entiendo que sabemos hacer las cosas bien, que tenemos todas las certificaciones y todo lo que hay que tener; cómo será para otras empresas", se pregunta.

Por eso, desde 2009 empezaron a acometer una reestructuración de la empresa y la reorientaron hacia las tareas de mantenimiento. Así, reforzaron la plantilla con personal que se dedica a esa área en detrimento de las instalaciones "porque lo veíamos venir", dijo. Además a esto hay que añadir que durante el tiempo que dura la crisis económica y a pesar de haber hecho las cosas bien en su momento, "hemos estado tirando de los recursos que teníamos y ahora, sin embargo, lo hacemos de créditos a ver si pasa la marea, pero, ¿y si no pasa?", se lamentó José Luis García.