La bolsa española ha cerrado julio con una caída del 5,13 % en un mes en el que ha marcado mínimos desde 2003 para después recuperarse con la esperanza de que el Banco Central Europeo (BCE) anuncie el jueves medidas contundentes para proteger el euro.

Julio ha estado protagonizado por la crisis en el mercado de deuda, donde la prima de riesgo -que mide el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán y el español- ha llegado a rozar los 650 puntos básicos.

Esta presión sobre la deuda española, unida al deterioro de la situación macroeconómica, la desaceleración en los países emergentes y la debilidad de los resultados empresariales, ha castigado a la evolución bursátil, hasta el punto de que el principal indicador español, el IBEX 35, llegó a perder los 6.000 puntos.

La desconfianza hacia España se extendió por los mercados de forma creciente, lo que encareció la rentabilidad del bono español a diez años por encima del 7,5 % y dañó a las propias empresas, que, como apunta la analista de Renta 4 Natalia Aguirre, no tienen ninguna "visibilidad" para adivinar qué pasará en el futuro.

Sin embargo, Aguirre añade que esta sangría ha sido finalmente "cortada" por las palabras del presidente del BCE, Mario Draghi, quien apuntó que haría todo lo necesario para salvaguardar la zona euro, premisa a la que posteriormente se han sumado Alemania, Francia, Italia y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.

Este "cambio de discurso" de Draghi, interpretado como la puesta en marcha de forma inminente de algún tipo de mecanismo para aliviar la presión sobre el mercado de deuda, ha sido fundamental para explicar la evolución de los mercados la última semana.

Desde que el mensaje llegó a los mercados el pasado jueves hasta ayer, la prima de riesgo se había reducido 87 puntos básicos y la bolsa se había anotado una subida del 13,27 %.

Esta pronunciada escalada alcista, interrumpida hoy, ha permitido a la bolsa española terminar el mes en 6.738 puntos, con una caída anual del 21,34 %, y a la prima de riesgo cerrar en 546 puntos, tras 19 sesiones consecutivas por encima de 500 puntos.

Pero los analistas advierten de que estas muestras de júbilo se deben a que el mercado asume que el BCE tomará medidas contundentes este jueves, que podrían de ir desde compra de deuda hasta dotar al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) de licencia bancaria.

IG Markets apunta que el mercado "espera con muchísima intensidad el fin de fiesta" de esta escalada, que es lo que va a marcar el resto de agosto.

Sin embargo, también hay que considerar la posibilidad de que el BCE no cumpla con las expectativas porque, como señala Aguirre, "o se pasa de las palabras a los hechos, o se desandará mucho de lo andado".

En este punto coincide el equipo de análisis de Bankinter, que subraya que "a medida que avanzan los días, las expectativas son más elevadas, lo que también incrementa la probabilidad de decepción".

Una de las pruebas de fuego para confirmar esta recuperación es la subasta de deuda del Tesoro español el jueves en la que espera captar hasta 3.000 millones de euros.

Los mejores valores del mes han sido Grifols, que ha subido un 26,76 %, seguido de DIA (8,36 %), Arcelormittal (7,88 %) y Mediaset (6,09 %), al tiempo que las mayores caídas correspondían a Acciona (-24,65 %) y ACS (-23,92 %).

Por lo que respecta a los grandes valores, han avanzado Repsol (2,89 %) e Inditex (2,82 %) y retrocedido Iberdrola (-20,68 %), Telefónica (-11,02 %), BBVA (-5,42 %) y Banco Santander (-2,23 %).

En julio, la bolsa de Milán cayó un 2,69 %, mientras que la de Fráncfort se anotaba un 5,55 %; la de París, un 2,97 %, y la de Londres, un 1,15 %.