El consejero delegado de IAG, el ''holding'' resultante de la fusión de Iberia y British Airways, Willie Walsh, señaló que el plan de reestructuración de la aerolínea española finalizará a últimos de septiembre y añadió que no van a poder evitar que se pierdan empleos.

En un comunicado con motivo del anuncio de los resultados semestrales del grupo, Walsh remarcó que los problemas de Iberia son "profundos y estructurales" y el entorno económico refuerza la necesidad de un cambio estructural permanente.

En el primer semestre, IAG registró unas pérdidas de 231 millones de euros frente a ganancias de 98 millones en el mismo periodo del ejercicio anterior, aunque la cifra de negocio semestral del grupo alcanzó los 8.532 millones de euros, lo que representa una mejora del 13,2%.

De estos resultados, British Airways obtuvo un beneficio de las operaciones después de partidas excepcionales de 13 millones de euros en el semestre, mientras que Iberia registró una pérdida de las operaciones de 263 millones de euros.

Las pérdidas operativas del grupo alcanzaron 254 millones de euros frente a ganancias operativas de 69 millones en el mismo periodo del ejercicio precedente, mientras que los ''números rojos'' antes de impuestos se situaron en 390 millones frente ''números negros'' de 98 millones de euros en el primer semestre de 2011.

La deuda neta de IAG se incrementó en 160 millones de euros durante la primera mitad del año hasta situarse en 1.308 millones de euros, aumentando el apalancamiento financiero dos puntos hasta el 46%, respecto al 44% registrado a diciembre del pasado año. REDUCCIÓN DEL TAMAÑO DE IBERIA.

Por otra parte, Walsh apuntó que es "posible" que las medidas de reestructuración contemplen la reducción del tamaño de Iberia a corto plazo, junto a la remodelación de la red con el fin de alcanzar unos mayores ingresos unitarios y una "reevaluación del negocio".

El grupo pretende de esta forma que la compañía aérea obtenga una base de costes competitiva y un servicio que garantice el "crecimiento rentable" a largo plazo, insistiendo en la "gran diferencia" que existe entre los resultados de British y los de Iberia.

Respecto a la filial de la aerolínea española, Iberia Express, el consejero delegado del grupo señaló que opera con una "efectiva" base de costes, a la vez que ha calificado de "excelentes" sus comienzos, destacando que ha sido rentable en su tercer mes de actividad.

CRECE EL FACTOR DE OCUPACIÓN.

En cuanto a su factor de ocupación, el grupo registró un aumento del 1,9 puntos porcentuales en el primer semestre, hasta el 78,8%, mientras que su oferta medida en Asientos por Kilómetro Disponible (AKO) registró un crecimiento del 2,6%.

Los ingresos por pasaje aumentaron un 8,9% con respecto al primer semestre de 2011, mientras que la demanda medida en Pasajeros por Kilómetro Transportados (PKT) se incrementó un 5,2% en el periodo.

En cuanto al segmento de largo radio, la capacidad en Norteamérica aumentó un 5,2%, con una mejora del tráfico del 8,9%, mientras que en Latinoamérica y Caribe creció un 1,8%, con una caída de la capacidad del 0,1%. África, Oriente Medio y sur de Asia experimentaron aumentos del tráfico del 9,7%.

COMBUSTIBLE Y TASAS.

La compañía afirmó que los costes de combustible en la primera mitad del año aumentaron un 25% hasta alcanzar 2.973 millones de euros, remarcando que la subida de las tasas aeroportuarias aprobada por el Gobierno español supondrá un coste de 20 millones de euros para Iberia en el segundo trimestre del año.

Walsh destacó que el grupo sigue adelante con su programa de sinergias y está "en camino" de alcanzar sus objetivos para 2012 y los fijados para 2015, con una previsión de 500 millones de euros.

Del mismo modo, destacó que los costes de reestructuración de bmi representaron la mayoría de los 38 millones de euros de partidas excepcionales, unos costes y pérdidas ajustadas a las previsiones.

Por tanto, aseguró que el objetivo de IAG para el cierre del ejercicio es el de lograr un resultado operativo equilibrado, pero que debido al empeoramiento del entorno económico español registrarán posiblemente una "ligera" pérdida operativa.