El Banco Popular ha rechazado que vaya a pedir ayudas públicas para recapitalizarse, posibilidad que ha sugerido hoy la agencia de calificación Standard & Poor''s en un informe publicado hoy.

"El Popular rechaza rotundamente cualquier tipo de ayuda pública, como ya hemos señalado en diferentes ocasiones", dijo a EFE un portavoz del banco.

Ya a finales de junio el vicepresidente de Banco Popular, Roberto Higuera, mostró su "absoluta repulsa" hacia cualquier entrada de dinero público en empresas privadas, como los bancos, ya sea a nivel estatal o europeo.

Durante su intervención en un curso sobre la crisis del euro en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, Higuera aseguró que el banco hará "lo que tenga que hacer" para cumplir con las exigencias de capital, pero negó que vaya a participar en el crédito que la UE ha dado a la banca española por importe de 100.000 millones de euros.

Higuera también calificó de "feroz" la actuación de las agencias de calificación de riesgos y cuestionó sus métodos.

Hoy mismo Standard & Poor''s amenazó con rebajar aún más dentro de la categoría de ''bono basura'' el "rating" del Banco Popular debido a la incertidumbre sobre sus nuevas necesidades de capital y la posibilidad, dijo, de que llegue a requerir ayuda pública.

En un informe, la firma estadounidense también mantiene en vigilancia para una posible rebaja a Bankia y su matriz BFA y a Ibercaja, en proceso de fusión con Liberbank y CajaTres, a la espera de que se publiquen en septiembre los resultados de las pruebas de resistencia y se clarifiquen las cantidades que recibirán de los fondos europeos.

La agencia avisa públicamente de que en ese grupo de entidades que no pueden cubrir sus necesidades de capital por sí solas a corto plazo podría estar el Popular, aunque recuerda que "no ha solicitado el apoyo del Gobierno".

La firma recuerda que las entidades financieras que requieran parte de los 100.000 millones de euros puestos a su disposición por Bruselas tendrán que presentar planes de reestructuración que aseguren su viabilidad a largo plazo sin la ayuda estatal.

Actualmente, Standard & Poor''s tiene otorgada una calificación de BB a la deuda a largo plazo del Popular y Bankia, lo que ya se considera como bono basura, mientras que en el caso de BFA ese "rating" es aún menor (B).

Sin embargo, Ibercaja se mantiene todavía un escalón por encima del bono basura al tener una calificación de BBB- en su deuda a largo plazo.

En septiembre se darán a conocer las necesidades de capital de las principales entidades financieras españolas, tras las pruebas de resistencia encargadas por el Gobierno español a las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger y a las auditoras Deloitte, KPMG, PwC y Ernst & Young.

En el informe publicado hoy Standard & Poor''s también alerta de que revisará la evolución de la liquidez y la financiación de la banca española, muy dependiente del Banco Central Europeo (BCE).