Horas antes de aprobarse la nueva reforma financiera, el Banco de España hizo público que la salida neta de capitales del país (sin contar con las operaciones del Banco de España) alcanzó 219.817,4 millones de euros en el primer semestre, la cifra más alta de toda la serie histórica, que es consecuencia de la huida de inversiones en cartera, préstamos y depósitos.

En el primer semestre de 2011 el saldo era positivo y se acumulaba una entrada neta de capital de 22.4567,4 millones. Solo en junio salieron 56.631,5 millones, el segundo peor dato del año después del registrado en marzo.

Saldo negativo

De esta forma se acumulan ya doce meses de salidas netas, si bien la mayor parte de ese saldo negativo se corresponde con operaciones entre entidades financieras, mientras que la parte de depósitos de empresas y familias que se van de España es pequeña (8.320 millones entre enero y junio).

En total, las inversiones en el mercado financiero -préstamos, depósitos y otros instrumentos- acumularon salidas netas por valor de 154.291,5 millones, de los que algo más de la mitad (78.610,8 millones) se correspondieron con capital extranjero y el resto (75.680,8 millones) con el dinero español. Un año antes, entre enero y junio de 2011, se producían entradas netas en este sector por importe de 29.840,9 millones.