Las autoescuelas no están logrando remontar este verano, una época tradicionalmente beneficiosa, los malos resultados del resto del año tras la pérdida del 45 por ciento de alumnos que se registra desde 2008, según datos de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).

Los meses de verano han sido siempre un período favorable para las autoescuelas, que se benefician de la decisión de muchos jóvenes, preuniversitarios y universitarios de entre 18 y 22 años de aprovechar las vacaciones estivales para sacarse el carné de conducir.

Además, durante los últimos tiempos ha habido también un aumento de matriculaciones en adultos que, estando en paro, emplean su tiempo para obtener el permiso de conducción, requisito casi fundamental para encontrar trabajo.

Este verano "se han observado variaciones pequeñas, generalmente al alza en el número de matriculaciones", ha dicho Marta Escribano, responsable de comunicación de la CNAE.

Sin embargo, prácticamente la totalidad de los representantes del sector han coincidido en asegurar que, a pesar de que se ha notado un cierto incremento de matriculaciones en estos últimos meses, no es suficiente para recuperarse del resto del año.

El mes de julio ha sido el mejor del curso, algo que por otra parte es lógico, pero el descenso del número de alumnos en los últimos tiempos es "significativo", como así han apuntado desde varias autoescuelas.

"El descenso de matriculaciones en los últimos veranos ha sido progresivo y hemos perdido un 25 por ciento de alumnos respecto a julio del año pasado", han afirmado.

Esta caída de alumnos se debe básicamente a la crisis, pero también hay otros factores como el descenso de la natalidad desde hace dieciocho años y la implantación del Plan Bolonia, que alarga los exámenes de los jóvenes durante el mes de julio.

A esta difícil situación para el sector hay que unir la entrada en vigor de las nuevas tasas de tráfico desde el pasado 1 de julio, que han supuesto una subida del uno por ciento de media.

Esta medida afectará a los usuarios de vehículos y a los futuros conductores que se matriculen en las autoescuelas.

Entre los aumentos más relevantes está el de la tasa de matriculación de vehículos, que ha subido 1 euro hasta los 92,80 euros, y la correspondiente al examen de conducir, que lo ha hecho en 80 céntimos, con lo que ya cuesta 87,60 euros poder realizar las pruebas para obtener el permiso de conducción.

También se ha encarecido en 40 céntimos el precio de expedición de licencias de conducción y en 60 céntimos las transferencias y los duplicados de permisos, de forma que por el primer trámite se deben abonar 22,60 euros y 19,40 euros por el segundo.

El aumento de dichas tasas, aunque es mínimo, no ha sentado nada bien entre las autoescuelas, como ha reconocido Marta Escribano al destacar que "todo lo que conlleve subida de precios" les afecta.

La subida de las tasas afectará también a los más de 90.000 conductores cuyo saldo de puntos es igual o inferior a 3.

La comisión de una infracción grave o muy grave puede hacerles perder el permiso de conducción, teniendo que realizar en su caso un curso de sensibilización y reeducación vial de 24 horas, así como una prueba en la Jefatura de Tráfico, con los gastos que ello acarrea.

El aumento de los precios, las licencias especiales -como la que supone la recuperación del permiso por puntos-, que suben 20 céntimos, y otros gastos adicionales que también se han incrementado, hará que los conductores tengan que rascarse el bolsillo en caso de perder su permiso de conducir.