El precio de la vivienda ha caído un 58% en España desde finales de 2006, justo antes de que estallara la burbuja inmobiliaria y cuando el valor de los inmuebles alcanzó su pico máximo, según un informe elaborado por el Grupo Tecnocasa y la Universidad Pompeu Fabra (UPF).

En el último semestre de 2013, el precio medio por metro cuadrado se situaba en 1.456 euros, lejos de los 3.500 euros que se pagaban siete años atrás.

Este estudio, que se presentó ayer en Barcelona, muestra que el número de personas que deciden comprar una vivienda como inversión "crece de manera constante" y alcanza ya el 24,32% del total de las compraventas realizadas, una cifra que en el caso de la ciudad de Barcelona supera el 32%.

Asimismo, también crece el número de compradores que pagan al contado, siendo ya el 58,6% en el segundo semestre de 2013.

El precio actual de las viviendas supone un gran atractivo para los inversores, como lo demuestra el hecho de que más de un 60% de las ventas realizadas en las principales capitales españolas -con la única excepción de la ciudad de Barcelona- lo han sido por un precio inferior a 100.000 euros (150.000 en la capital catalana).

Otro factor que favorece la compra para inversión es la rentabilidad que se puede obtener al poner una vivienda en alquiler, que oscila entre el 5% y el 9% en ciudades como Barcelona o Madrid.

"Esta rentabilidad bruta (bruta) está muy por encima de cualquier depósito bancario que hay actualmente en el mercado", ha afirmado el catedrático de Economía de la UPF José García-Montalvo, que remarcó, además, que "la mente del inversor español siempre está en el ladrillo".