El fabricante aeronáutico Boeing anunció ayer que está inspeccionando unas 40 unidades de su avión Dreamliner 787 en proceso de producción por posibles fisuras en las alas de algunos de ellos.

"Estamos seguros de que el problema no se da en la flota en servicio", aseguró un portavoz de la compañía, que aseguró que el problema puede afectar a "aproximadamente 40 aviones" pendientes de entrega.

Boeing explicó que fue informada por parte de su suministradora Mitsubishi de que el fallo podía deberse a un cambio en su proceso de fabricación.

"Entendemos el problema, lo que debe hacerse para corregirlo y estamos completando inspecciones de los aviones potencialmente afectados", indicó la empresa.

Según la compañía con sede en Chicago (EEUU), "las áreas afectadas son muy pequeñas" y el tiempo requerido para repararlas es de entre una y dos semanas.

Por ello, la empresa señala que puede haber "algún retraso en las entregas", pero no espera problemas importantes para el calendario previsto en 2014.

La serie Dreamliner 787 ha dado numerosos problemas a Boeing, especialmente después de que a comienzos de 2013 se suspendiesen temporalmente los vuelos con los aparatos de ese tipo como consecuencia de varios incendios registrados en sus baterías de litio.