El repunte de cinco décimas de la inflación interanual en abril, debido a elementos transitorios como el efecto provocado por la Semana Santa, supone una subida puntual que no impedirá que el IPC se mantenga en niveles bajos durante el resto del año, según los expertos consulados por EFE.

Los analistas tampoco creen que se corra el riesgo de entrar en una deflación (bajada continuada y generalizada de precios) que sería perniciosa para la recuperación económica, aunque destacan que la inflación baja dificulta la reducción de la deuda de familias y empresas.

El lado positivo de unos precios contenidos es que las exportaciones siguen ganando competitividad y que las rentas no pierden poder adquisitivo.

La analista de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) María Jesús Fernández indica que el repunte hasta el 0,4 % de la inflación interanual se debe fundamentalmente al efecto de la Semana Santa, que este año se ha retrasado un mes, por el incremento de los precios del ocio y la cultura.

No obstante, señala que también ha tenido influencia la estabilidad de los precios de los productos energéticos frente a las caídas de hace un año, al mismo tiempo que asegura que en los próximos meses la inflación continuará baja.

"El escenario sigue siendo el mismo como consecuencia de las reducidas presiones inflacionistas y las bajadas de los costes salariales, por lo que la tasa media seguirá siendo baja, aunque positiva", apunta.

Asimismo, niega la posibilidad de que España registre deflación pese a que el IPC pueda retornar a tasas negativas en agosto, pero "de forma transitoria".

Fernández destaca que una inflación más baja que la de la zona euro ayuda a que la economía española recupere la competitividad perdida.

En el mismo sentido se pronuncia el asesor financiero de Cortal Consors Tomas García-Purriños, que opina que las bajas tasas actuales son "interesantes" porque significan una ganancia de productividad frente a los países de la zona del euro y favorece las exportaciones españolas.

Este analista también descarta un escenario deflacionista, puesto que los indicadores apuntan que el consumo se está recuperando.

Así, prevé que la inflación pueda aumentar en la segunda parte del año para cerrar 2014 con una tasa interanual en torno al 1 %.

"La inflación está baja por factores temporales", indica García-Purriños, que puntualiza que el incremento del 0,4 % interanual "estaba dentro de las expectativas" después de que el dato de marzo fuera "más débil".

Cristina Colomo, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), destaca que más allá de los elementos transitorios que han elevado los precios en abril, la "lectura relevante" la ofrece la inflación subyacente (sin energía ni alimentos frescos), que se mantiene en niveles reducidos (0,3 %).

A su juicio, esta es la dinámica que va a continuar a lo largo del año y que está vinculada a una recuperación de la demanda interna muy lenta, sobre todo, para los servicios.

La analista de AFI cree que sin una recuperación importante del consumo la inflación se situará este ejercicio en una tasa media del entorno del 0,5 %.

Según Colomo, el deflactor del PIB -que mide todos los precios de la economía- también está reflejando una moderación de la inflación que será positiva para consolidar la competitividad exterior, pero que pondrá trabas al desapalancamiento de la economía.