La OCDE recomendó ayer al Gobierno alemán atajar la creciente desigualdad salarial e invertir más en la formación de los más desfavorecidos, aunque aplaudió su plan para introducir un salario mínimo interprofesional.

En la presentación en Berlín del informe de este año de la OCDE sobre Alemania, el secretario general de este club de países industrializados, el mexicano Ángel Gurría, alabó el estado de forma general de la mayor economía europea, pero le advirtió de ciertos "retos pendientes".

"Uno de nuestros mensajes claves es que Alemania debe promover un modelo de crecimiento más inclusivo basado en buenos salarios, un sistema tributario justo, igualdad de oportunidades en educación e inversiones en formación", indicó Gurría.

El secretario general de la OCDE subrayó que "la tasa de empleo de baja remuneración" en Alemania es "alta y en ascenso", y destacó que "alrededor del 22 % de los trabajadores gana menos de dos tercios del salario medio".

En este sentido, Gurría alabó el proyecto -promovido por los socios minoritarios del Gobierno de la canciller Angela Merkel, los socialdemócratas- de introducir un salario mínimo interprofesional de 8,5 euros la hora.

La iniciativa, sin embargo, ha recibido fuerte críticas del empresariado alemán y muchos economistas, que alegan que mina la competitividad del país y que destruirá miles de puestos de trabajo.

El informe sobre Alemania anima asimismo a Berlín a invertir más en conocimiento y en "romper el vínculo entre el contexto socioeconómico de los estudiantes y su rendimiento educativo".

A este respecto, Gurría señaló que Alemania es uno de los 34 países de la OCDE donde la correlación entre nivel económico de los padres y nivel educativo de los hijos es más alto, esto es, donde la herencia pesa más que el mérito personal.

Entre las recomendaciones se incluyó también la petición de una reforma tributaria para hacer "más justo" el sistema fiscal, que lastre menos las rentas al trabajo, aumentando a cambio la presión sobre el consumo.

La OCDE insta asimismo a Alemania a concluir la recapitalización de sus bancos, para que estos vuelvan a conceder créditos, promoviendo el crecimiento. Los expertos de la organización estiman que el producto interior bruto (PIB) alemán repuntará un 1,9% este año y un 2,3% el próximo.

En el mismo foro, el ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, mostró su preocupación por los efectos que tendrá en países como España y Portugal la marcha de jóvenes preparados a otros países ante la falta de perspectivas laborales. Gabriel abordó las "ventajas y desventajas" que van a tener para países emisores y receptores de los flujos migratorios dentro de la Unión Europea (UE) por motivos laborales.

"Me preocupa que vengan a Alemania los que más pueden contribuir al crecimiento en sus países", dijo el ministro y vicecanciller alemán, tras referirse explícitamente a Portugal y España. Gabriel agregó que esta fuga de cerebros cercena el potencial de crecimiento futuro de los países en crisis del sur de la zona euro.

"La Comisión Europea debería hacer más para fomentar el crecimiento en estos países", agregó.