El Banco Central Europeo (BCE) dijo ayer que "actuará con rapidez, si fuera necesario" y relajará más la política monetaria para afrontar los riesgos de un periodo de baja inflación demasiado prolongado. En su boletín mensual de mayo, publicado ayer, el BCE señaló que reitera firmemente su expectativa de que los tipos de interés oficiales se mantengan en los niveles actuales, o en niveles incluso inferiores.

Esta expectativa se basa en unas perspectivas de inflación en general contenidas, dada la debilidad generalizada de la economía, las bajas tasas de utilización de la capacidad productiva y la lenta creación de dinero y crédito.

El producto interior bruto (PIB) de la zona euro creció un 0,2% en el primer trimestre respecto al anterior. La tasa de inflación se situó en abril en el 0,7%, porcentaje muy alejado del objetivo del BCE, que es mantenerla en niveles inferiores, aunque próximos al 2%.

El vicepresidente del BCE, Vítor Constancio, dijo ayer en Berlín que la entidad está decidida a actuar rápidamente si es necesario y no descarta una relajación mayor de la política monetaria. Constancio también afirmó que no ven señales de deflación en el conjunto de la zona del euro. El euro cayó tras los comentarios de Constancio y se cambiaba a media jornada a 1,3656 dólares, frente a los 1,3716 dólares de las primeras horas.

El consejo de gobierno del BCE "es unánime en su compromiso de utilizar también instrumentos no convencionales acordes con su mandato para afrontar eficazmente los riesgos de un período de baja inflación demasiado prolongado", añade el boletín.