El regulador bursátil portugués decidió retirar del poder en el Banco Espírito Santo (BES) a la familia del mismo nombre y suspender a varios administradores por su gestión, en la que incluso vislumbra "ilegalidades".

En un comunicado divulgado hoy, el Banco de Portugal descalificó la labor realizada por los máximos responsables de la entidad financiera -algunos de ellos ya fueron sustituidos hace quince días- después de que "hechos sobrevenidos identificados por un auditor externo" disparasen las pérdidas del BES en el primer semestre del año, cuantificadas en 3.577 millones de euros.

"Estos hechos dan a entender que existieron prácticas de gestión gravemente perjudiciales para los intereses del BES y un claro incumplimiento de las determinaciones emitidas por el Banco de Portugal", indica el comunicado, en el que también se anuncia que se analizarán "responsabilidades individuales" y que en caso de haber "ilegalidades" no se descarta iniciar acciones judiciales.