La Audiencia Nacional (AN) ha confirmado la multa de 1,2 millones de euros impuesta a Bankinter por no vigilar con suficiente celo operaciones sospechosas de blanqueo de capitales que realizaban clientes marroquíes y mauritanos en una de sus sucursales en Las Palmas de Gran Canaria.

La sanción ahora ratificada por la Audiencia fue dictada por el Ministerio de Economía en julio de 2011, a raíz de la inspección que el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Blanqueo de Capitales (Sepblac) había realizado dos años antes a la entidad para revisar una serie de operaciones en efectivo de clientes extranjeros, la mayoría concentradas en una oficina de la capital grancanaria.

El informe del Sepblac se centra en doce paquetes de operaciones de 19 clientes, que movieron 47 millones de euros.

La sentencia constata que, cuando se cursó esa inspección, el 84,3% de todos los ingresos en efectivo que había recibido Bankinter en el primer trimestre de 2009 (22 millones de euros) procedían de Marruecos (el 44,6%) y Mauritania (39,7%). Y con otra particularidad: casi el 70 % de esas operaciones correspondían a la misma oficina de Las Palmas.