La reforma fiscal que supondrá una rebaja en el IRPF y en el Impuesto sobre Sociedades ha pasado hoy su primer trámite en el Congreso, al rechazarse las doce enmiendas a la totalidad presentadas por el PSOE, Izquierda Plural, UPyD, BNG y ERC, que la consideran "injusta" y "electoralista".

El pleno del Congreso ha rechazado por 172 votos en contra, 118 a favor y 19 abstenciones de PNV y CiU los vetos que habían sido presentados a los tres proyectos de Ley que componen la reforma fiscal (IRPF, Impuesto sobre Sociedades e IVA).

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha defendido que estas modificaciones supondrán un "respiro" para las familias y los trabajadores, a la vez que "compensará" el esfuerzo que han realizado para contener el déficit público y salir de la crisis económica.

Montoro ha dicho que los contribuyentes y la sociedad española serán los "protagonistas en el relanzamiento de la economía" ya que "los ciudadanos serán los que llevarán el barco a buen puerto" a través de sus decisiones de ahorro y gasto, gracias a la reforma tributaria.

"Habrá mayor dinero circulando y aumentará la inversión y el consumo", ha insistido.

Además el ministro ha reiterado que el Gobierno no subirá el IVA porque es "innecesario" y "contraproducente" para fomentar el consumo y relanzar la demanda, además de que la recaudación de este tributo "va bien, muy bien".

El ministro ha valorado el esfuerzo "titánico" realizado por la sociedad y ha dicho que "el peligro de naufragio de la economía ha pasado" y que la recuperación económica ya está entrando en el "umbral" de la puerta de decenas de miles de hogares.

Asimismo, ha criticado que los grupos políticos que han presentado las enmiendas a la totalidad no quieran "bajar los impuestos" y ha lamentado los discursos "anticapitalismo y antisistema" de la oposición de izquierda.

Y es que la mayoría de la oposición en el Congreso ha rechazado la reforma tributaria por ser "injusta y electoralista" y por no contener medidas contra el fraude fiscal.

El portavoz económico del PSOE, Pedro Saura, ha criticado que el Gobierno del PP "desproteja" al 90 % de la población y se centre en el 10 % que tiene la riqueza y ha añadido que la reforma es "electoralista" porque utiliza los impuestos cuando vienen las elecciones, además de que ponen en riesgo la cohesión social.

Desde Izquierda Plural, Alberto Garzón ha añadido que la reforma es injusta y un "ataque" al Estado social ya que mantiene la brecha entre las rentas del trabajo y del ahorro, mientras que el portavoz económico de UPyD, Álvaro Anchuelo, ha acusado al Gobierno de traer su reforma cuando ya han pasado 3/4 partes de la legislatura, "como si un señor de 75 años viniera a decirnos lo que va a hacer hasta los 100".

Los grupos políticos que componen el Grupo Mixto han argumentado sus posiciones contrarias a la reforma en que grava más los rendimientos del trabajo que los rendimientos al capital y no pone freno a la impunidad de los evasores, además de reducir la autonomía de las CCAA.

Tanto CiU como el PNV se han abstenido al considerar que la reforma puede ser modificada en el trámite parlamentario de enmiendas parciales.

El portavoz económico de PNV, Pedro Azpiazu, espera que se apruebe una reforma "más equitativa, con una escala más progresiva" y sobre todo que incluya medidas "contundentes" contra el fraude fiscal.

Por su parte, el diputado de CiU Josep Sánchez Llibre ha dicho que con la reforma salen perjudicadas las clases medias y bajas, en tanto que los autónomos, así como las empresas del tercer sector, podrían ser unas "víctimas importantes" si se consolidan algunas de las subidas de impuestos.

El Gobierno prevé que la reforma fiscal movilice 9.000 millones de euros entre 2015 y 2016 por las rebajas en el IRPF y en el impuesto de sociedades y estima un crecimiento adicional del PIB del 0,55 %.

La principal novedad es que las rentas anuales menores de 12.000 euros no pagarán IRPF y también destaca que el límite exento de tributo por indemnización por despido sea de 180.000 euros, en lugar de los 2.000 euros por año trabajado.

Además se podrá disponer de las aportaciones a los planes de pensiones cuando cumplan 10 años de antigüedad y no sólo en casos extremos, como enfermedad grave o desempleo de larga duración.

La reforma mantendrá en el 60 % actual el porcentaje de reducción en el IRPF de los rendimientos de capital inmobiliario derivados del arrendamiento de vivienda, frente al 50 % contenido en el anteproyecto de ley.

Otra de las novedades es que los contribuyentes mayores de 65 años no tributarán por las plusvalías recibidas por ventas de cualquier tipo de activo, sean inmuebles, acciones o similares, siempre que dicha renta sea utilizada para asegurar un complemento a la pensión.

La reforma incorpora la exigencia del tiempo de permanencia de los planes individuales de ahorro sistemático de 10 a 5 años y fija un nuevo incentivo para las empresas que hagan un mayor esfuerzo en inversión en I.