La deuda pública de España superará por primera vez en la historia el 100 % del PIB en 2015, cuando el Gobierno prevé que alcance el 100,3 %, aproximadamente 1,05 billones de euros, a pesar de que el gasto por el pago de intereses de la deuda caerá un 3 % en este ejercicio, hasta 35.490 millones.

Además, según los Presupuestos Generales del Estado presentados hoy, en 2014 la ratio de la deuda de las administraciones públicas sobre el PIB será finalmente del 97,6 %, por debajo del 99,5 % que el Gobierno preveía en abril de este año.

Esto se explica por la reciente revisión al alza del PIB que ha llevado a cabo el Instituto Nacional de Estadística y que ha elevado la riqueza del país al incluir actividades no contabilizadas hasta ahora, como la prostitución y el narcotráfico, entre otras.

El crecimiento de esta proporción entre deuda y PIB es menor que en otros ejercicios, indica el documento, entre otros motivos por el proceso de consolidación fiscal al que se han sometido las administraciones públicas en 2014, que se prolongará en 2015.

Además, y al contrario de lo ocurrido en años anteriores, no repercutirán en la misma medida que lo hicieron en 2012 y 2013 instrumentos como el Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico, el Fondo para la Financiación de los Pagos a Proveedores, los programas de asistencia financiera a Grecia, Portugal e Irlanda, o el préstamo para la recapitalización del sistema financiero llevado a cabo por el Mecanismo Europeo de Estabilidad.

Las previsiones para los próximos ejercicios indican que también en 2016 la deuda de las administraciones públicas superará el 100 % del PIB, en concreto del 101,5 %, y no será hasta 2017 cuando caerá por debajo de ese umbral, hasta un 98,5 %.

En los últimos años, la proporción entre deuda pública y PIB se ha disparado desde el 69,2 % que suponía en 2011.

Por lo que respecta a los costes medios de la deuda del Estado, durante este año se ha intensificado la pauta descendente iniciada en 2012 y, en agosto de este año, el coste medio de la deuda en circulación era del 3,59 %, frente al 4,07 % de finales de 2012.

El coste de la deuda emitida se ha reducido al 1,74 % desde el 3,90 % de hace dos años, algo que ha contribuido a mitigar la presión sobre los gastos financiero del Estado.

También los tipos de interés nominales de la deuda a 10 años, la que se emplea para medir el riesgo país, han caído de forma notable durante el año y se han reducido en más de dos puntos porcentuales, ya que el rendimiento de este bono ha pasado del 4,15 % de comienzos de enero al mínimo histórico del 2,04 % alcanzado el pasado mes de septiembre.

Ello ha permitido a la prima de riesgo de España, que muestra el diferencial del bono español a diez años frente al alemán del mismo plazo, pasar de los 220 puntos básicos con los que comenzaba el año a alrededor de 120.

Otro aspecto destacable es la mayor vida media de la deuda del Estado, que no ha dejado de alargar los plazos de emisión, de modo que, hasta agosto de este año, la vida media de los bonos y obligaciones del Tesoro era de 8,24 años, superior a los 7,6 años de 2013 y muy lejos de los 5,1 años de 2012.