La presidenta de la Fundación Obra Social y Monte de Piedad Caja Madrid, Carmen Cafranga, ha decidido presentar su dimisión tras el escándalo de las supuestas "tarjetas b" que consejeros de Caja Madrid habrían usado para gastos privados valorados en más de 15 millones de euros entre 2003 y 2012.

Así lo señaló en un comunicado donde explica que, a la vista de las informaciones aparecidas en diversos medios de comunicación estos días sobre las tarjetas de empresa, presenta su dimisión con "el fin de preservar los intereses de la Fundación Obra Social y Monte de Piedad Caja Madrid".

También destaca su "firme convicción" de haber actuado "siempre" con "plena legalidad", y, en todo caso, indicó que "si a la luz de la clarificación jurídica de los hechos hubiere lugar a ello", tiene el "firme compromiso de hacer voluntariamente las reparaciones a las que hubiere lugar".

En el mismo comunicado, Cafranga explica que el sistema de compensación a los consejeros de la desaparecida entidad financiera, de la que es heredera la Fundación, está documentado y definido en sus órganos de gobierno desde 1988.

"Es un modelo generalizado en este tipo de entidades y en numerosas empresas y estaba sometido a los más rigurosos sistemas de control y fiscalización, tanto internos como del Banco de España y de los demás organismos supervisores y reguladores competentes", aseguró, destacando que las opiniones jurídicas consultadas "descartan cualquier irregularidad de tipo penal".

Por otra parte, señaló que la Fiscalía Anticorrupción se ha limitado a remitir al Juzgado que instruye el llamado caso Bankia la documentación facilitada por el FROB, "para que el material sea examinado por los peritos del Banco de España en el contexto de la pericia que ya les venía encargada".

En este sentido, aclara que no existe respecto de su persona ni de la Fundación "imputación judicial de ningún tipo".